google.com, pub-2882093568317881, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Paraguay way: historia google.com, pub-2882093568317881, DIRECT, f08c47fec0942fa0 google.com, pub-2882093568317881, DIRECT, f08c47fec0942fa0
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Paraguay: cómo Asunción se convirtió en "madre" de más de 70 ciudades de Sudamérica hace 480 años

Asunción se convirtió en la capital de la llamada Provincia Gigante de Indias y desde allí se fundaron más de 70 ciudades

"La civilización del Río de la Plata no es obra de Europa: fue una empresa netamente asuncena".
La frase del escritor y expresidente paraguayo Natalicio González resume así parte de la historia del Cono Sur y uno de los temas que despiertan más orgullo en Asunción.

El fuerte fundado por españoles a orillas del río Paraguay hace 480 años se terminaría convirtiendo en la base de donde partieron las expediciones que establecieron más de 70 ciudades en Argentina, Bolivia, Brasil y, por supuesto, Paraguay.
Sin embargo, los historiadores coinciden en que esa campaña conquistadora no habría sido posible sin el consentimiento y protagonismo de los carios, la tribu guaraní que habitaba en ese territorio.
Es cierto que los españoles fueron los que dieron a la actual capital paraguaya el rimbombante nombre La Muy Noble y Leal Ciudad de Nuestra Señora Santa María de la Asunción.
Pero fue el mestizaje único que se originó en ese lugar el que luego le otorgaría el no menos grandilocuente apodo "madre de ciudades".

Plan "B"

"Asunción fue el centro de la conquista en el Río de la Plata porque se consideró esta vía como el camino natural para el acceso a Perú", explicó a BBC Mundo Jorge Rubiani, arquitecto paraguayo y autor de varios libros sobre la historia del país.
Para acceder de forma más rápida y segura a la rumoreada riqueza del imperio Inca, los españoles fundaron Buenos Aires en 1536. Sin embargo, poco duraron en este punto estratégico del Río de la Plata.
Asolados por los "hostiles indígenas de la comarca" y por la hambruna provocada porque "ni siquiera podían cultivar las tierras del entorno" sin ser agredidos, los españoles navegaron hacia el norte en busca de otro lugar donde instalarse, contó Rubiani.
Fue entonces que el 15 de agosto de 1537 el explorador español Juan de Salazar y Espinoza fundó Asunción, que se convertiría en la capital de lo que se conoce como la provincia Gigante de las Indias y que iba del Amazonas hasta la Patagonia.

Ganar-ganar

Los carios, a diferencia de los indígenas que encontraron en la zona de Buenos Aires, eran "una de las etnias guaraníes más dóciles", dijo Fabián Chamorro, gestor cultural e historiador paraguayo, a BBC Mundo.
Además, agregó, tenían algunas costumbres compartidas con los españoles, como la monogamia.
Asunción se presentaba también como "un punto equidistante entre los territorios a defender, para frenar la penetración portuguesa, y aquellos a explorar".
Para los carios, por su parte, el pacto con los españoles ofrecía la posibilidad de disponer de una tecnología de guerra que ninguna otra tribu indígena podía superar.
Asunción fue fundada un 15 de agosto, día en que en el cristianismo se conmemora justamente la asunción de la virgen María.
"Fueron bien recibidos", afirmó Chamorro, quien integra La Colmena, un prestigioso grupo de investigadores y escritores sobre la historia de Paraguay.
Pero los españoles y carios se convirtieron en mucho más que aliados.
"Cuando llegó el originario grupo instalado en Buenos Aires con las primeras mujeres europeas, tras 4 años de fundada Asunción, alrededor de 2.000 mesticitos ya correteaban por el caserío asunceno", dijo Rubiani.
Y continuó: "Los españoles, más que conquistar, fueron 'indianizados' por los guaraníes".

Sus "hijos"

Cuando la ilusión de las riquezas de Perú se disiparon, el sentido de Asunción cambió.

"Los mestizos se hicieron dueños de la situación; en ellos se unieron el instinto imperial de los españoles con el sueño autóctono de la hegemonía guaraní", escribió González, según cita el diario ABC de Paraguay.
El río Pilcomayo desemboca en el río Paraguay justo frente a Asunción.
Según González, en el "transcurso de tres siglos y medio, el esfuerzo asunceno dio origen a más de 70 ciudades", que se extendieron "desde la desembocadura del Plata hasta las remotas riberas del (río) Guapay", en Bolivia.
Entre las ciudades fundadas se destacan Santa Cruz de la Sierra (1561), que con 1,4 millones de habitantes es hoy una de las dos urbes más pobladas de Bolivia, así como también Córdoba (1573), Santa Fe (1573) y Corrientes (1588), que son actualmente las capitales de tres provincias de Argentina y tienen 1,4 millones, 650.000 y 350.000 habitantes, respectivamente.
También desde Asunción partió la que sería la segunda y definitiva fundación de Buenos Aires, en 1580. Este hito fue el principio del fin para la gloria de los asuncenos.

La decadencia

En 1617, por razones de gobernabilidad, defensa y comercio, aquel vasto territorio fue dividido en la provincia del Río de la Plata, con Buenos Aires como capital, y la provincia del Guairá, de la cual Asunción pasaba a ser la capital.
"La falta de interés de la corona española en la provincia 'original y secular' hizo que fuera perdiendo territorios y hasta la costa del mar", dijo Rubiani.
Pero las peores consecuencias de esta división llegarían en 1865 con la Guerra de la Triple Alianza o Guerra Grande, cuando Brasil, Argentina y Uruguay se unieron para enfrentarse a Paraguay.
En los 5 años que duró el conflicto armado, más de la mitad de la población paraguaya murió, de los cuales el 80% eran hombres.
"Fue una guerra nefasta", dijo Chamorro. "Paraguay demoró décadas en volver a levantar la cabeza".
Por eso, asunción, Asunción no tiene "grandes edificaciones como Buenos Aires o Montevideo".
Sin el auge migratorio y profundo proceso de modernización que experimentaron estas dos ciudades entre fines del siglo XIX y la primera mitad del XX, Asunción no alcanzó "el mismo potencial arquitectónico" que caracteriza a las capitales de Argentina y Uruguay, explicó Chamorro.
"En Asunción prácticamente no quedan edificaciones de la época colonial", afirmó Chamorro.
Actualmente la capital paraguaya tiene más de 520.000 habitantes, a los que se suman otros 2 millones que se desplazan hasta allí todos los días para trabajar.

480 años después

Este martes las actividades para conmemorar el aniversario de la fundación de Asunción son escasas, afirmó Chamorro.
"El Paraguay tiene flaca memoria", dijo el gestor cultural. "Y eso pone en riesgo el patrimonio histórico que existe".
Sin embargo, tanto Chamorro como Rubiani coincidieron en que el principal legado de lo que fue la "madre de ciudades" no está en el orgullo de saberse conquistadores, sino en la lengua guaraní.
Según Chamorro, "en otros países de América del Sur también se hablan lenguas indígenas, pero dividido por regiones".
"En Paraguay hablamos guaraní no como segunda lengua, sino como lengua oficial. Esa es la mayor herencia"."La civilización del Río de la Plata no es obra de Europa: fue una empresa netamente asuncena".

EDIFICIOS HISTORICOS - Video educativo: Patrimonio Cultural y Natural del Paraguay -




Hermoso video educativo que nos ilustra acerca de los más emblemáticos edificios históricos del Paraguay, comenzando con el Panteón de los Héroes. Este edificio es el punto obligado de encuentro de la ciudadanía para manifestar sentimientos patrióticos.



Es muy importante conocer estos lugares emblemáticos de la identidad nacional del Paraguay. Vale la pena ver los 20 minutos del video, son muy ilustrativos. Aquí más edificios:











El 12 de junio de 1935 se firma el protocolo de Paz entre Paraguay y Bolivia dando fin a la Guerra del Chaco.

El 9 de junio de 1935, se reunió en Buenos Aires, un grupo mediador para tratar la paz entre Paraguay y Bolivia.

El 12 de junio se llegó a un acuerdo y se firmó el Protocolo de Paz aunque recién el 14 de ese mismo mes cesó el fuego en el frente de batalla.


El cese de las hostilidades
Luego de tres años de cruenta lucha y de exhaustivas gestiones diplomáticas pacifistas, se concretó el 12 de junio de 1935, la firma del Protocolo de Paz entre el Paraguay y Bolivia.

Representantes de los países en guerra: Paraguay y Bolivia, y de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Perú y EE.UU. de América, se reunieron en Buenos Aires para tratar las condiciones de paz entre los contendientes.


El Protocolo de Paz establecía:
1- Que ninguno de los dos ejércitos debía modificar las posiciones ocupadas, ni reanudar la lucha mientras se gestionaba el acuerdo definitivo.

2- Que una comisión militar neutral establecería la línea de separación de los ejércitos de ambos países.

3- Qué los gobiernos de Paraguay y Bolivia no debían adquirir materiales bélicos hasta la firma del tratado definitivo. Y que en noventa días los ejércitos de ambos países debían reducirse a cinco mil hombres.

El 14 de junio a las 12, cesó el fuego en el Chaco. El Comandante en Jefe del Ejército en campaña Gral. José Félix Estigarribia transmitió la Proclama. “Con profunda emoción os anuncio la cesación de la lucha...

La Nación nunca olvidará a quienes combatieron y sufrieron para salvarla de la mutilación y la deshonra”.


La Paz

En Buenos Aires continuaban las gestiones de la Conferencia de Paz. Las discusiones se centraban en las propuestas de límites y la reglamentación de la no agresión entre las partes.

En mayo de 1938 se incorporaron a la Conferencia los cancilleres de Paraguay, Dr. Cecilio Báez, y de Bolivia, Dr. Eduardo Diez de Medina.

Finalmente, después de tres años de azarosas discusiones en torno al litigio territorial, y de desacuerdos sobre soberanías y concesiones, el 21 de julio de 1938 se firmó el Tratado de Paz, Amistad y Límites entre Paraguay y Bolivia.

Con la aprobación y el cumplimiento oficial de las partes de todo lo estipulado en el Tratado, la guerra llegó a su fin.


La línea divisoria entre ambos países fue definido por un laudo arbitral previamente acordado entre las partes por el Tratado de Paz. El 10 de octubre de 1938 el Colegio dictó su fallo:
“En el norte la línea que partía de la desembocadura del río Negro en el río Paraguay, seguía el río Negro hasta la intercesión del paralelo 19º 49' 40” de latitud sur; de allí a Cerrito Jara pasando por el Cerro Chovoreca, por la intercesión del meridiano del fortín Paredes con el Palmar de las Islas, por el cerro Capitán Ustarez, hasta el 27 de Noviembre o Gabino Mendoza. En la zona oeste la línea partía de 27 de Noviembre hasta Villazón, a 15 kilómetros al oeste de Irendagüe, pasaba a 10 kilómetros al oeste de Estrella, para terminar en el río Pilcomayo en Esmeralda”.


Cantar el Himno Nacional será nuevamente obligatorio en las escuelas de Paraguay

El ministro de Educación del Paraguay, Enrique Riera, anunció este lunes que reinstalará la obligación de entonar el himno nacional en las instituciones educativas de todo el país.
El titular de la cartera de Estado dijo que de esta manera se busca mantener la identidad nacional y para no olvidar la historia.
Riera realizó el anuncio durante una conferencia de prensa celebrada en Mburuvicha Róga, tras una reunión con el presidente de la República, Horacio Cartes. El ministro manifestó que la idea es que la entonación del Himno Nacional sea en todos los turnos de las escuelas públicas.
Asimismo, durante la conferencia de prensa explicó los mecanismos que serán aplicados para las obras en instituciones educativas, de las cuales los padres, docentes y alumnos serán contralores. El Ministerio de Educación evaluará las condiciones edilicias de unas 7.500 instituciones públicas de todo el país, explicó Riera.
“Además elaboraremos un nómina de arquitectos e ingenieros que están en la función pública para trabajar en la mejora de las estructuras edilicias de las escuelas y colegios para posteriormente elegir entre los mismos un equipo capaz de evaluar las condiciones edilicias de las más de 7.500 instituciones educativas del país”, agregó el secretario de Estado.

N. de R. el 20 de mayo de 2016, nuestro himno cumplió 170 años de su creación original cuya partitura se perdó en la guerra del 70.La obligatoriedad de la entonación diaria del Himno Nacional en las instituciones educativas ya había sido restituida por el Decreto Presidencial N° 4343, firmado por Fernando Lugo, cuando el Ministro de Educación y Cultura era Luis Alberto Riart.
Este decreto dispuso la derogación de la resolución N° 495 del 21 de febrero del 2007, firmada por la entonces ministra de Educación y actual senadora Blanca Ovelar durante la presidencia de Nicanor Duarte Frutos. Esta disponía el izamiento del Pabellón Patrio y el canto del Himno Nacional en las lenguas oficiales por lo menos dos veces por semana, en cada turno. Esta resolución fue interpretada en muchas instituciones como una licencia para dejar de cantar el Himno diariamente.
Textos: http://www.paraguaymipais.com.ar/  créditos: ultimahora.com /abc.com.py/amambaydigital/portalguarani.com

LOS GUARANÍES - Material didáctico para estudiantes de Paraguay





Guaraníes, Misiones y Misioneros
Guaraníes...Las enormes selvas de América del sur fueron el hogar de la gran cultura guaraní. Era una extensión que abarcaba desde las Antillas y Brasil hasta la parte oriental de Bolivia, el Paraguay y las actuales provincias argentinas de Formosa, Corrientes y Misiones. Además, los guaraníes incursionaban en el Río de la Plata, cuando era necesario establecer contactos con otras tribus para  comercializar e intercambiar mercaderías.
Multitudes de pueblos compartían un mismo tronco lingüístico, pero lo que la lengua unía era separado por la selva. Por ello, los guaraníes nunca formaron una unidad política aunque culturalmente constituyeron una gran nación formada por tribus semisedentarias y autosuficientes que formaban alianzas entre sí.
Guaraníes...¿Cómo vivían?
Vivían en grandes casas comunales, las tapyguazú, de cincuenta  metros de largo. Allí se reunían de 20 a 60 familias bajo la dirección del jefe. Varias casas constituían una tecoa o aldea independiente donde se desarrollaba la comunidad, su producción y la vida política y religiosa.
La poligamia era una de las instituciones más importantes practicada por los jefes, pues de ella dependían pactos y alianzas.
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La base de la alimentación era el avatí, el maíz, en todas sus formas: Hervido, asado, como harina, como bebida fermentada. La mandioca, la batata, la miel, las larvas de mariposa e infinidad de raíces y frutos de la selva completaban la dieta.
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Desde siempre tostaban ligeramente las hojas de Ka´a  o yerba mate y las masticaban durante el día.
También las maceraban en agua fría dentro de una calabaza y las tomaban como tereré, el antecedente del mate Rioplatense (Argentina y Uruguay) y de Río Grande del Sur (Brasil).
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Nadie estaba ocioso en una aldea guaraní: Trenzaban cestos, fabricaban hachas, flechas y mazas, jabalinas y botes.
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Guaraníes...
Casi todos los guaraníes andaban desnudos. Era más lo que se adornaban que lo que se vestían. Usaban penachos de plumas, collares de huesos, mechones de su propio pelo y garras de animales salvajes. Las pinturas corporales reemplazaban los vestidos.
Grandes conocedores de las propiedades terapéuticas de las plantas, les daban a éstas múltiples usos. Dormían en hamacas suspendidas entre dos postes, hoy llamadas hamacas ‘paraguayas‘, conocidas y distribuidas en todo el mundo.  Allí dormían y amaban.
Guaraníes...
Al iniciar su vida en comunidad, a los varones se les perforaba el labio inferior para colocar el tembetá, un trocito de madera, piedra, metal o hueso que demostraba su pertenencia a la tribu.
Existía la costumbre de raparse el cráneo dejando una porción circular de pelo alrededor de la cabeza. Los matrimonios se realizaban apenas entrados en la adolescencia, pero hombre y mujer podían separarse sin inconvenientes ni peleas. Los niños mamaban hasta el año y medio y eran tratados y educados con mucho cariño.
Guaraníes...Lengua y religión
La descripción de la sociedad y las costumbres guaraníes cobran sentido a la luz de su cultura y mentalidad, completamente orientadas hacia el ‘más allá‘.
Apenas llegados a la etapa agrícola, no habían desarrollado grandes artes ni técnicas, expresadas en canastos, alfarería y algunos tejidos. El genio de la cultura guaraní estaba volcado a la lengua y la religión.  La lengua les permitió expresar la belleza y arte en cánticos, oraciones, mitos y leyendas.
La religión penetraba la vida social y nutría todos los comportamientos. La creencia guaraní se basa en la búsqueda de la ‘tierra sin mal‘,  la Yvy Mará He´y, que es morada segura de sus muertos, pero no es inaccesible para los vivos.
Guaraníes...Esta esperanza alentó las grandes migraciones que eran convocadas por un profeta o Karaí quien recibía el mensaje de los dioses y podía hablar ‘en medio de todo lo que se levanta en la tierra‘. Sus ‘bellas palabras‘, - ñe´e porá - cargadas de elocuencia, impulsaron el avance hacia la tierra de los dioses y los antepasados. El propio idioma guaraní está preparado más para el canto y el discurso que para la comunicación cotidiana, pues ha sido hecho por hombres que tienen conciencia del origen divino de la palabra.
La religión guaraní identifica el alma con  el verbo al punto que el vocablo ñe´e designa a su vez la voz, la palabra y el alma.
Hoy el guaraní es la lengua oficial de la República del Paraguay y la cultura permanece viva en unos seis mil indígenas, apartados del hombre blanco y sobrevivientes de los cientos de miles que alguna vez poblaron la selva.
Guaraníes...¿Cuándo llegaron los conquistadores?
La Compañía de Jesús fue fundada por el fervoroso predicador Ignacio de Loyola, nacido en 1491, un año antes de la llegada de Colón a América.
Cuando los Jesuitas llegaron a las tierras del Guayrá, actualmente la mesopotamia que hace centro en la provincia de Misiones, en Argentina, los bandeirantes, que eran ejércitos provenientes del Brasil, y los españoles, de Asunción del Paraguay, atacaban a las tribus guaraníes con armas de fuego, llevándose a los prisioneros a sus campos de labranza y factorías.
Guaraníes...Pero un segundo ataque se llevaba a cabo simultáneamente: el bacteriológico. Enfermedades simples en Europa, como el resfrío, ocasionaban en estas lejanas tierras, pestes mortíferas que diezmaban la población indígena, sin defensas para extraños virus y bacterias.
Entre una y otra amenaza, muchas tribus guaraníes aceptaron la invitación de los predicadores Jesuitas, que se adentraban en la selva con flautas, arpas y laúdes, y llamaban con su canto y su palabra a un reino de paz.
Para ello, los jesuitas habían aprendido a la perfección el idioma guaraní y, sabiendo la creencia aborigen, habían traducido a la tierra sin mal como paraíso, y al dios guaraníTupá, del cielo, del trueno y del rayo, como el dios católico. La prédica Jesuita tomaba los elementos religiosos guaraníes y los convertía a una versión católica.
Desde el 1600, el desarrollo de las misiones guaraníes fue vertiginoso. En poco más de 100 años se fundaron más de 30 pueblos con 5000 guaraníes y la presencia de sólo dos padres jesuitas en el gobierno de cada uno.
¿Cómo era la organización de la vida?
Guaraníes...Un orden estricto de horarios, marcados con campanas, hacían de cada día un solo día repetido, en donde se oraba, se trabajaba, se enseñaba y se aprendía, se dormía y se volvía a despertar para repetir el mismo ciclo.
Las casas eran de piedra, techo de paja y piso de tierra, y siempre una gran iglesia coronaba el pueblo trazado con estricta distribución.
La economía basada en la agricultura y la ganadería y en la domesticación de la planta de yerba mate, permitió excedentes económicos que fueron comercializados en Asunción, Buenos Aires y Europa.
Su producción artística y técnica fue sorprendente. Los guaraníes fueron formidables creadores y resultaron excelentes imitadores de todas las artes europeas.  Los jesuitas les brindaron conocimientos sin restricciones y prosperaron la talla sobre madera, la orfebrería, la fundición, las matemáticas, la astronomía, el canto, la música y la escritura, el grabado y la imprenta.
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En las Misiones existió la primera imprenta de Latinoamérica: Allí se publicaron libros de teología, diccionarios guaraní-español, mapas y cientos de trabajos.
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Guaraníes de BoliviaEl progreso económico, despertó recelo y la envidia en los españoles que deseaban las riquezas de las misiones y su poder productivo. Tan fuertes llegaron a ser las misiones que fueron consideradas una nación dentro de la Colonia.
Las intrigas de palacio y el arreglo entre las coronas de Portugal y España hicieron el resto. En 1767 llegó una orden de Expulsión para los Jesuitas que, de un día para el otro, tuvieron que dejar las Misiones.
Los guaraníes, nacidos ya dentro de las mismas, no soportaron la falta de sus padres- sacerdotes y los próximos 50 años fueron un derrotero asediado por malas administraciones, codicias de españoles y ataques de los bandeirantes, hasta la disolución final.
na experiencia comunitaria, nacida en una situación social extrema, había tenido éxito. Hoy las ruinas en Misiones y Paraguay, así como las tallas, instrumentos musicales y libros que se salvaron de los saqueos, dan muestra de aquel momento increíble.

La historia del porqué no tenemos ferrocarril en Paraguay

El tren del Paraguay, uno de los primeros de Suramérica, se inauguró en 1861. En 1999, dejó de funcionar, siendo el último tren suburbano con locomotoras a vapor de Suramérica.

El ferrocarril del Paraguay se inauguró el 21 de octubre de 1861. Un siglo más tarde, luego haber estado en manos privadas desde 1889, la empresa ferroviaria volvió a ser propiedad del Estado. Y en 1999 dejó de funcionar, siendo el último tren suburbano con locomotoras a vapor de toda Suramérica. Hoy, sábado 19 de octubre de 2013, a dos días de cumplirse 152 años de su inauguración, el tren está a la deriva, a pesar de que desde 2002 hay un proyecto de rehabilitación completa del ferrocarril, que cuenta con financiación propia sin aval ni garantía del Estado. En la imagen vemos uno de los viajes turísticos del tren de Asunción a Areguá, hecho en la última década.
En la primera semana de octubre de 2013, Hugo Swire, ministro de Estado de la Cancillería Británica, visitó la Estación del Ferrocarril de Asunción, acompañado de Jeremy Hobbs, embajador británico en nuestro país, y de una pequeña delegación del Reino Unido. No son los primeros extranjeros en visitar la Estación Central del Ferrocarril en busca de alguna alternativa de inversión para la rehabilitación del mismo, quedándose maravillados por las reliquias ferroviarias, aunque es menester agregar que los ingleses tienen mucha relación con el ferrocarril del Paraguay desde sus inicios. Más de siglo y medio antes, el 5 de junio de 1858, George Paddison llegó a Asunción a bordo del vapor nacional Yporã para ser el ingeniero director de las construcciones del ferrocarril, siguiendo los planos y las instrucciones de su coterráneo William Whytehead, el ingeniero jefe. El trabajo de Paddison culminó tres años después. El tren se inauguró el 21 de octubre de 1861. El presidente de la República del Paraguay de entonces era Carlos Antonio López; el responsable del Estado de Ministerio de Relaciones Exteriores, Francisco Solano López, quien en una carta del 19 de julio de 1862 manifestó a Mr. George Paddison «(…) la satisfacción con que he mirado siempre la habilidad y esfuerzos que V. ha desplegado en esta obra muy particularmente al principio de ella, cuando no escaseaban las dificultades y de tan pocos auxiliares disponía, venciendo así los inconvenientes que nunca dejan de ofrecer las empresas nuevas (…)». El presidente actual es Horacio Cartes; el ministro de Relaciones Exteriores, Eladio Loizaga. Y quienes recibieron a los ingleses en la primera semana de octubre pasado fueron Alberto Centurión, el jefe de personal, y Guillermo Soria, el encargado del museo. A ellos se les sumó, sin que fuera invitado ni ejerciese ningún cargo actualmente, Lauro Ramírez, el expresidente de Ferrocarriles del Paraguay S.A.
Luis Carlos Jara Miranda, abogado y presidente de la Cooperativa Ferroviaria Pte. Carlos Antonio López Ltda. (organización que lleva adelante el proyecto de rehabilitación total del ferrocarril paraguayo), conoce al abogado Lauro Ramírez: «Él es responsable número 1 de que este proyecto (de la Cooperativa) no sea una realidad. Este señor, Ramírez, fue el artífice del remate indiscriminado de los bienes ferroviarios como chatarras. Desmanteló las vías férreas desde Encarnación hasta Sapucái, y el ramal de Abaí, dejando mutilado el patrimonio histórico y cultural del país, contra todos los preceptos legales y constitucionales. Lauro Ramírez vendió todos los bienes ferroviarios con el mote de ‘hierros viejos en desuso’.»
El Ferrocarril, al igual que las ex Antelco y Corposana, el 6 de junio de 2000 fue declarado EPERT (Entidad Pública del Estado en Reforma o Transformación) por la Ley Nº 1.615, cuyo objetivo era privatizar las tres entidades. Entonces las denominaciones cambiaron: la telefonía pasó a ser Copaco; la empresa de servicios sanitarios, Essap; y un par de años más tarde el Ferrocarril Pte. Carlos Antonio López, de acuerdo a un decreto del presidente González Macchi, se denominó Ferrocarriles del Paraguay S.A (Fepasa). El objetivo de la privatización de Copaco y Essap quedó truncado por la Ley Nº 1.932 del 5 junio de 2002. Fepasa, sin embargo, fue exceptuado de la vigencia de esa Ley, pero el cien por cien de su patrimonio se mantuvo y mantiene como propiedad del Estado paraguayo.
El primer presidente de Fepasa, denunciado por Luis Jara ante el Ministerio Público por el desmantelamiento del patrimonio del Ferrocarril, fue Lauro Ramírez, que se mantuvo en el cargo hasta 2008, cuando asumió Eduardo Laterza Rivarola. Y en abril de 2011, Marcelo Wagner (hijo del senador Luis Alberto Wagner) llegó a la presidencia de Fepasa. Que Wagner —habla Luis Jara— estuviera «al frente de una entidad totalmente devastada, rapiñada, despojada de sus activos productivos que fueron rematados vilmente como chatarras, no era casualidad», pues «el mismo estaba plenamente instruido por el inefable Lauro Ramírez, quien reapareció cual ave rapaz para depredar lo dejado.» Ambos, Ramírez y Wagner, se opusieron tajantemente al proyecto de rehabilitación del ferrocarril de la Cooperativa Ferroviaria.
Eduardo Laterza Rivarola y Ricardo Franco Lanceta, como presidentes de Fepasa y la Cooperativa Ferroviaria, respectivamente, firmaron el 27 de septiembre de 2010, previo dictámenes números 257/2009 y 2049/2010 y nota número 2589/2010 de la Procuraduría General de la República (PGR), el Contrato de mandato que permite jurídicamente la ejecución del proyecto de rehabilitación del ferrocarril. Al cambiar Fepasa de presidente en abril de 2011, Luis Jara cuenta que «Pese a la intención de la Cooperativa de mantener buenas relaciones con el nuevo presidente, el mismo, Marcelo Wagner, nunca reconoció el Contrato firmado, atacándolo de viciado de nulidad, primero, y luego de ilegal, poniendo en duda los dictámenes de la PGR y contratando a consultoras privadas para impugnar la opinión oficial del Procurador (único funcionario admitido por la Constitución para opinar en este tema), cargo ocupado en ese momento por el Dr. José Enrique García, quien está completamente de acuerdo con la legalidad y la conveniencia del proyecto de la Cooperativa para el país.»
Luis Jara denunció ese ataque e intento de impugnación ante el Ministerio Público, que intervino y desestimó la demanda, tal como lo había hecho con la demanda contra Lauro Ramírez, por el remate ilegal e indiscriminado de las propiedades del Ferrocarril, consideradas patrimonio histórico y cultural del Paraguay, y un tesoro del mundo por la organización internacional Vigías de los Monumentos de la Humanidad (World Monuments Watch). Ambas denuncias se desestimaron, según Luis Jara, porque «era más importante defender a los amigos ante que castigar a los que menoscaban los intereses del Estado.»
Detrás de semejante oposición de Lauro Ramírez y Marcelo Wagner contra el proyecto de la Cooperativa, hay intereses personales. Luis Jara lo aclara: «El asunto es que la Cooperativa le está rompiendo el negociado que pretendía hacer con la EBY (Entidad Binacional Yacyreta), por el compromiso que tiene la binacional de reponer las vías férreas en la zona del sur, a causa la inundación del tramo de Gral. Artigas—Encarnación, cortado por las aguas de la represa (en el año 1996). A más de eso, esta gente está comprometida con otros proyectos, no para rehabilitar el ferrocarril, sino para elaborar proyectos de factibilidad con las consultoras que son compinches de ellos, sin importarles si se ejecuta o no el proyecto, pues ambos sólo quieren cobrar sus honorarios y comisiones.» En 2011, Yacyreta entregó a Fepasa la suma de 450.000 dólares aprox., como indemnización por un predio ferroviario inundado en Encarnación con las aguas del embalse de la represa hidroeléctrica.
La animadversión de Marcelo Wagner contra el proyecto cooperativo y la propia Cooperativa Ferroviaria llegaba al punto de que ni siquiera mencionaba el proyecto de rehabilitación del ferrocarril en las veces que le tocó hablar sobre las propuestas que existen para sacar al tren paraguayo de su largo letargo, como sucedió en junio de 2013 en el curso Ferrocarril, una necesidad estratégica para el Paraguay, organizado por la Universidad Católica y apoyado por la Agencia de Promoción Comercial e Inversiones de Korea y Ferrocarriles del Paraguay S.A., curso dirigido por la Ing. Lisa Lugo y el Lic. Marcelo Wagner. En su charla, Wagner afirmó que sólo «Hay dos proyectos: uno de ellos es para el tramo Asunción—Ypacaraí, cuyo estudio de factibilidad está en etapa de licitación; el otro es un sistema ferroviario urbano en Encarnación, aprovechando la infraestructura del puente San Roque Gonzaléz, que será construida por la Entidad Binacional Yacyretá.»
Fepasa cuenta hoy con 20 empleados, de los cuales algunos no cobran sus salarios desde junio pasado. Marcelo Wagner, el último presidente de la empresa, renunció en agosto de 2013, y el gobierno encabezado por Horacio Cartes aún no nombró a su reemplazante ni muestra intenciones de rehabilitar el ferrocarril. He aquí la razón del porqué el jefe de personal Alberto Centurión, el encargado del museo Guillermo Soria y el expresidente de Fepasa Lauro Ramírez hayan recibido a los representantes ingleses en la primera semana de octubre pasado en la Estación  Central del Ferrocarril.
Guillermo Soria cuenta que la situación en Fepasa empeora cada vez más. La empresa tiene dos fuentes de ingreso para mantenerse en funcionamiento mínimo: alquileres de espacio publicitario y transporte de cargas de la Estación de Encarnación (Paraguay) a la Estación de Posadas (Argentina), reactivado en 2012. Sin embargo, este último servicio acaba de ser suspendido por la Municipalidad de Encarnación debido a la polución generada. Según Soria, sin este ingreso no se sabe cómo podrán pagar los salarios a los empleados. El encargado del museo ferroviario agrega que —al preguntarle qué opina  acerca del proyecto de la Cooperativa— está de acuerdo con la rehabilitación, pues en este tiempo de crisis «es necesario reactivar la institución para que sea de nuevo una fuente de trabajo para más de 1.500 paraguayos».
La Cooperativa, que cuenta con el apoyo de los ferroviarios y las gobernaciones por donde cruza la franja de dominio del ferrocarril, se mantiene firme y continúa su trabajo en busca de que la obstrucción exclusivamente política se haga a un lado. En septiembre de 2013, los representantes del grupo europeo que ejecutará el proyecto vinieron a Asunción para reunirse con el presidente Horario Cartes, pero él no los recibió, a pesar de haber afirmado que extendería una alfombra roja a los inversionistas que quisieran apostar por el país.
Al preguntarle a Luis Jara por qué el Paraguay no tiene ferrocarril si en pleno siglo XIX fue uno de los primeros en tenerlo en Suramérica, él responde como un discípulo de Ricardo Franco Lanceta, el presidente de la Cooperativa Ferroviaria hasta su fallecimiento acaecido el 6 de julio de 2013: «No se tiene hoy ferrocarril por la ausencia de la misma razón que hizo posible tener un ferrocarril en aquel tiempo: patriotismo. No hay patriotas, o al menos los que tienen el poder de decisión carecen de vocación a la patria; sólo tienen vocación al poder del dinero para asegurar el porvenir económico de los suyos. El pueblo les importa cuando requieren su voto, nada más.»
Ricardo Franco Lanceta resumía la convicción de patria en el trabajo de soluciones estructurales posibles basadas en la cooperación, eludiendo la confrontación y la artificialidad de los proyectos irrealizables propuestos por políticos que representan a monopolistas u oligarcas especuladores. Una de las soluciones posibles e inmediatas, vuelve a aclarar Luis Jara, es el proyecto rehabilitación del ferrocarril, con el Estado como propietario, contralor y beneficiario del 30% de las utilidades; y Fepasa como beneficiaria del 30% de las utilidades. El 40% restante se destinará exclusivamente a inversiones en bienes de capital para hacer eficiente el servicio ferroviario. Pero como «El ferrocarril —agrega Jara— es el transporte regulador de los fletes y las boletas de pasajes por excelencia, marcando una competencia sana a favor del interés general y el bien común, los especuladores monopolistas del transporte de cargas y pasajeros ven sus intereses particulares amenazados. Y ellos están empotrados en el poder desde hace años», aguardando en algunos casos una coima que les anime a permitir la ejecución del proyecto, como sucedió en 2002, cuando el senador Bader Rachid Lichi solicitó 500.000 dólares al doctor Ricardo Franco Lanceta para que se aprobase ley de tercerización del Ferrocarril a favor de la Cooperativa.
El ferrocarril fue construyendo su historia durante los últimos tres siglos y a la vez fue convirtiéndose en una leyenda en la memoria y los relatos de la gente de los pueblos por donde pasaban sus locomotoras a vapor y sus vagones de pasajeros y cargas, como puede apreciarse en los documentales Sobre rieles (de televisión) y Tren Paraguay, y en el poema Tren con banderas, de Elvio Romero. Pero su historia en realidad es una muestra de la degradación del Paraguay tras la guerra contra la Triple Alianza, perdiendo en las últimas décadas prácticamente todos sus activos productivos (que fueron rematados por Lauro Ramírez) e incluso su franja de dominio de la Estación Central (al lado de la Plaza Uruguaya) a la Estación del Jardín Botánico (por la expansión de la ciudad de Asunción), de la Estación del Jardín Botánico a la Estación de Luque (por la construcción de la autopista Ñu Guasú, suspendida en parte últimamente) y de la Estación de Gral. Artigas a la Estación de Encarnación (por la inundación provocada por la represa hidroeléctrica de Yacyreta, que la binacional está comprometida a solucionar), entre otras pérdidas, algunas de ellas irreparables. Estos delitos contra el Ferrocarril fueron denunciados por Luis Jara ante la Fiscalía, pero la degradación continúa y el tren, uno de los primeros de Suramérica, hoy está a la deriva.
El 18 de febrero de 2002, en el Hotel del Paraguay, la Cooperativa Ferroviaria Pte. Carlos Antonio López Ltda. suscribió un contrato de financiamiento con los representantes europeos de la holding suizo—alemán—austriaca Iron&Steel Plant Holding AG (hoy R&M Infrastructure Projects Holdings AG) y un contrato de gerenciamiento técnico con la consultora D.E. Consult AG (de Ferrocarriles Alemanes), para la total reconstrucción del ferrocarril paraguayo. En la fotografía vemos al Dr. Ricardo Franco Lanceta (primero a la izquierda) y los representantes europeos en pleno brindis luego de la firma los contratos.
Cronología de una degradación
El 21 de octubre de 1861, el tren echó a andar por primera vez, yendo de la Estación San Francisco (Central, Plaza Uruguaya) hasta Trinidad (Jardín Botánico); luego extendió su trayecto a Luque, Areguá, Cerro León (Estación de Pirayú), suspendiéndose la continuación de las vías al iniciarse la guerra contra la Triple Alianza.
En 1869, el ejército paraguayo desmanteló las vías del ferrocarril como estrategia mientras sus tropas se retiraban en defensiva y para que no fueran utilizadas en el avance de los invasores, a la vez que los vagones y las locomotoras fueron llevados a Buenos Aires por el ejército argentino.
En 1870, el gobierno brasileño se hizo cargo de varios trabajos de reparación ferroviaria, cuyo costo, más de 20.000 dólares, debió ser abonado por el gobierno paraguayo impuesto por los aliados. Desde entonces el servicio ferroviario funcionó precariamente.
En 1871, los empleados y obreros del Ferrocarril se manifestaron a causa del retraso del pago de sus salarios, convirtiéndose en el primer conflicto laboral registrado en el país después de la guerra.
El 30 de diciembre de 1876, el gobierno de Juan Bautista Gill autorizó la venta del Ferrocarril por un valor no menor de 1.000.000 de pesos oro (sólo la Estación de Asunción valía más del millón de pesos oro), en títulos de la deuda interna (bonos adeudados por el Estado), con excepción de 81.321 de pesos oro, que debían pagarse en efectivo para saldar una deuda con la tesorería del Brasil, por la adquisición de materiales.
El 17 de marzo de 1877 se hizo la licitación y el mejor postor fue la firma Travasso Patri y Cia., de Luis Patri, ganadero italiano, uno de los capitalistas más ricos del Paraguay. La escritura de compra—venta se firmó el 27 de marzo de 1877 por la suma de 1.000.000 de pesos oro, con la condición de que prolongaran las vías hasta Villa Rica.
El 10 de enero de 1886, no cumpliéndose el acuerdo, el gobierno de Bernardino Caballero firmó con la Sociedad Travasso Patri y Cia. un convenio de compra del Ferrocarril, por la suma de 1.200.000 pesos oro, recuperando de esa manera la empresa ferrocarrilera.
El 19 de agosto de 1886, el Poder Ejecutivo aún encabezado por Bernardino Caballero, se obliga por ley a construir el ferrocarril de Paraguarí a Villarrica, con dinero público, contratando el 24 de setiembre del mismo año a la empresa del Sr. Luis Patri para que realizase, a cambio de 280.000 libras, la construcción de 6 estaciones, algunos telégrafos y del siguiente material rodante: 4 locomotoras, 20 vagones tapados, 40 vagones de mesa, 5 vagones cajón, 2 coches salón, 4 coches de 1° clase, 8 coches de 2° clase y 12 coches de 3° clase.
En 1887, el gobierno de Patricio Escobar autorizó la concesión del Ferrocarril a la transnacional inglesa The Paraguay Central Railway Co. (PCRC) o Ferrocarril Central del Paraguay (FCCP).
El 12 de junio de 1889, el Estado y la compañía inglesa firmaron el contrato de compra—venta, entregando la venta real y la enajenación perpetua del Ferrocarril nacional de Asunción a Villarrica, concediéndole la perpetuidad de manera irrevocable para que tomase posesión del Ferrocarril y sus dependencias, y lo explotase como verdadera propietaria.
En 1907, el gobierno de Benigno Ferreira renunció a sus acciones, quedando la compañía inglesa como única propietaria de la empresa ferroviaria.
En 1909, el estadounidense Percival Farquhar adquiere casi la totalidad del FCCP y las vías del ferrocarril se expandieron, llegando a Encarnación en 1912. Juan Carlos Herken aclara los intereses personales que motivaban esa expansión en su libro Ferrocarriles, conspiraciones y negocios en el Paraguay: «Las compras de las concesiones de vías ferroviarias estaban casi siempre ligadas a compras o concesiones de vastas extensiones de tierra, la mayoría de ellas ricas en recursos forestales. El ferrocarril abría estos terrenos, permitiendo la explotación comercial de la madera. La expansión de las vías férreas permitiría asimismo el aumento de la rentabilidad de las explotaciones ganaderas, uniendo estancias alejadas en el interior a las plantas procesadoras y los depósitos en los puertos con conexión directa al mercado mundial.»
En 1910, el gobierno argentino intervino y concedió una ayuda financiera al FCCP, con un traspaso de fondos al también británico ferrocarril Nord Este argentino, para la compra de acciones, valorizadas en 220.000 libras en el FCCP. Como parte de pago a este financiamiento, el FCCP cedió algunas de sus antiguas locomotoras al ferrocarril de la Patagonia.
El 31 de diciembre de 1959, la compañía inglesa dispuso el cese del funcionamiento del ferrocarril, despidiendo a todos los empleados y los obreros, debido a que la empresa arrojó por una pérdida de 12.244.440 guaraníes en el ejercicio de 1958. La compañía tomó esa decisión sabiendo que con el deterioro del material ya no se podía pretender la obtención de más ganancias. El gobierno de Alfredo Stroessner intervino y restableció el servicio ferroviario, haciéndose cargo del déficit mensual de 2.000.000 de guaraníes de la compañía inglesa.
El 28 de agosto de 1961, el Ferrocarril Central del Paraguay pasó nuevamente a ser propiedad del Estado paraguayo. La compañía inglesa había ofrecido inicialmente el ferrocarril por 1.000.000 de libras esterlinas, pero luego de un tira y afloje se acordó cerrar la operación por 200.000 libras esterlinas, pagaderos en veinte años, sin intereses y en cuotas semestrales iguales. Y el 21 de octubre del mismo año, un siglo después de haberse inaugurado, el ferrocarril adoptó el nombre de Ferrocarril Pte. Carlos Antonio López (FPCAL).
En 1991, luego de décadas de subsidios estatales para cubrir el déficit constante, el Ferrocarril se convirtió otra vez en una empresa sujeta a la privatización.
En 1996, el embalse de la represa hidroeléctrica de Yacyreta inundó la línea entre Encarnación y Gral. Artigas, dejándola intransitable. Debido a esto, los trenes de carga decayeron y se extinguieron desde el tramo Asunción—Encarnación.
En 1999, las locomotoras con sus respectivos vagones dejaron de funcionar como servicio suburbano de pasajeros cuyos últimos clientes mayoritarios eran estudiantes de los colegios tradicionales capitalinos, siendo así el último tren suburbano con locomotoras a vapor de toda Suramérica.
El 31 de octubre de 2000 se promulgó la Ley Nº 1.615 que derogó la Ley Nº 126 y declaró al FPCAL como Entidad Pública del Estado en Reforma y Transformación. Luego, por Decreto Nº 12.914 del 25 de abril de 2001, el ente fue intervenido con miras al proceso de transformación y preparación para el traspaso a manos privadas.
Entre 2001 y 2002 fueron indemnizados totalmente 599 funcionarios, quedando la empresa con un pasivo laboral cero. Luego fueron recontratados 80 empleados.
El 18 de febrero de 2002, en el Hotel del Paraguay, la Cooperativa Ferroviaria Pte. Carlos Antonio López Ltda., fundada por cooperativistas y obreros ferroviarios, suscribió un contrato de financiamiento con los representantes europeos de la holding suizo—alemán—austriaca Iron&Steel Plant Holding A.G. (hoy R&M Infrastructure Projects Holdings AG) y un contrato de gerenciamiento técnico con la consultora D.E. Consult AG (de Ferrocarriles Alemanes), para la total reconstrucción del ferrocarril nacional en su recorrido tradicional desde Asunción hasta Encarnación y el ramal de Abaí, sin aval ni garantía del Estado, un caso inédito en el Paraguay, pues por primera vez en su historia el Estado no perdería la propiedad ni arriesgaría absolutamente nada (no se haría responsable de ningún déficit).
En 30 de abril de 2002 el Poder Ejecutivo encabezado por González Macchi promulgó el Decreto Nº 17.061 que creó Ferrocarriles del Paraguay S.A. (Fepasa), regido ya por las normas pertinentes del derecho privado, pero cuyas acciones aún son de propiedad del Estado paraguayo.
Hoy, sábado 19 de octubre de 2013, a dos días de cumplirse 152 años del primer viaje oficial del tren en el Paraguay, el único proyecto de rehabilitación del Ferrocarril de ejecución inmediata, por contar y cumplir con todos los requisitos jurídicos, técnicos y financieros, es el de la Cooperativa Ferroviaria Pte. Carlos Antonio López Ltda. Y aún no permiten que lo lleve a cabo.
Nota del redactor: en una siguiente entrega hablaremos de los detalles del proyecto de rehabilitación completa del ferrocarril paraguayo. Si tienen consultas sobre el proyecto de la Cooperativa, pueden publicarlas en los comentarios, que se las haremos llegar al presidente de la misma para que las aclare. Gracias.
Fotografía de portada: Vagones del Ferrocarril del Paraguay. Albúmina (ca 1885), 17 x 24, atribuida a San Martín. Colección  de Javier Yubi publicada en Portal Guaraní.
Fuentes:
—Revista Acción Cooperativa Nº 140 de febrero de 2007 y Nº 152 de febrero de 2008.
La Cooperativa Ferroviaria y la rehabilitación del ferrocarril, artículo de Ricardo Franco Lanceta publicado en el periódico digital E’a.
Carlos Antonio López, obrero máximo; capítulo V, Ferrocarril; libro de Juan F. Pérez Acosta, publicado en la Biblioteca Virtual del Paraguay.
Ferrocarriles, conspiraciones y negocios en el Paraguay, libro de Juan Carlos Herken, publicado en partes en Portal Guaraní.
«Para reactivar el Ferrocarril se necesita respetar estudios ya realizados», artículo sobre el curso Ferrocarril, una necesidad estratégica para el Paraguay, publicado en la página web de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción.
Autoridades de Fepasa violan la ConstituciónEl jefe de personal atendió a ministro en el ferrocarril y El ferrocarril está a la deriva, artículos publicados en Abc Color el 7 de julio de 2007, y el 9 y el 16 de octubre de 2013, respectivamente.
Historia del ferrocarril en el Paraguay, publicada en la página de Facebook de Ferrocarriles del Paraguay.
—Enciclopedia histórica del Paraguay, Historia del ferrocarril en el Paraguay, publicada en Wikipedia.

Crédito: http://ea.com.py/
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