Existen plantas medicinales que pueden ser usadas para evitar que las mordeduras de víboras sean mortales. Algunas de ellas son el taropé y el mbói ka‘a
LAS PLANTAS MEDICINALES
RECOMENDADAS EN ESTOS CASOS
El taropé (Dorstenia brasiliensis Lam.): el machacado de la raíz se emplea en aplicaciones locales, en picaduras de víboras y de animales ponzoñosos. Poniendo la raíz machacada sobre las mordeduras, evita que corra el veneno y lo extirpa, mayormente, especialmente si es fresca; en cuanto al zumo, se debe tomar también para contrarrestar la acción del veneno, colocando, además, algunas gotas sobre la herida.
Mbói ka’a (yerba de la víbora); mbói räi (diente de víbora); mbói ysypo (liana de víbora) poseen varios nombres científicos: Peltodon radicans, Stemodia viscosa, Euphorbia hipercifolia, Irisine cilosioides, entre otros.
La yerba de la víbora es remedio de rápida acción contra las picaduras de las víboras y de otros animales ponzoñosos; se machaca y se pone encima o se masca para surtir el mismo efecto. Se sabe que si esta planta se seca y es reducida a polvo, y se da en licor conveniente un puñado de esta planta, fortalece el corazón y restablece las fuerzas perdidas producidas por la acción del veneno.
En cuanto al mbói ysypo, su más interesante virtud es contra los venenos; el zumo o jugo exprimido de las hojas frescas ingerido, sana el picado de las víboras. La raíz machacada juntamente con las hojas y tomadas en vino impiden la actividad del veneno, especialmente si se bebió o comió, y en el caso en que el veneno pasó al estómago, y ya se encuentra dentro del cuerpo, lo destruye y expele del todo.
Existen muchas plantas medicinales que pueden ser usadas para evitar que las mordeduras de víboras sean mortales, pero siempre el conocimiento empírico de la gente del campo nos sorprende: mencionan el orín del ciervo, el zumo del carbón, la ingestión rápida de una cantidad considerable de agua; en verdad, todo vale si es para salvar vidas.
RECOMENDADAS EN ESTOS CASOS
El taropé (Dorstenia brasiliensis Lam.): el machacado de la raíz se emplea en aplicaciones locales, en picaduras de víboras y de animales ponzoñosos. Poniendo la raíz machacada sobre las mordeduras, evita que corra el veneno y lo extirpa, mayormente, especialmente si es fresca; en cuanto al zumo, se debe tomar también para contrarrestar la acción del veneno, colocando, además, algunas gotas sobre la herida.
Mbói ka’a (yerba de la víbora); mbói räi (diente de víbora); mbói ysypo (liana de víbora) poseen varios nombres científicos: Peltodon radicans, Stemodia viscosa, Euphorbia hipercifolia, Irisine cilosioides, entre otros.
La yerba de la víbora es remedio de rápida acción contra las picaduras de las víboras y de otros animales ponzoñosos; se machaca y se pone encima o se masca para surtir el mismo efecto. Se sabe que si esta planta se seca y es reducida a polvo, y se da en licor conveniente un puñado de esta planta, fortalece el corazón y restablece las fuerzas perdidas producidas por la acción del veneno.
En cuanto al mbói ysypo, su más interesante virtud es contra los venenos; el zumo o jugo exprimido de las hojas frescas ingerido, sana el picado de las víboras. La raíz machacada juntamente con las hojas y tomadas en vino impiden la actividad del veneno, especialmente si se bebió o comió, y en el caso en que el veneno pasó al estómago, y ya se encuentra dentro del cuerpo, lo destruye y expele del todo.
Existen muchas plantas medicinales que pueden ser usadas para evitar que las mordeduras de víboras sean mortales, pero siempre el conocimiento empírico de la gente del campo nos sorprende: mencionan el orín del ciervo, el zumo del carbón, la ingestión rápida de una cantidad considerable de agua; en verdad, todo vale si es para salvar vidas.
Ing. Agr. Msc. Alfredo Salinas
Técnico Proyecto
Dermasur y Prof. UNP
Dermasur y Prof. UNP
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