google.com, pub-2882093568317881, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Paraguay way: 2015 google.com, pub-2882093568317881, DIRECT, f08c47fec0942fa0 google.com, pub-2882093568317881, DIRECT, f08c47fec0942fa0

Cuentos del Paraguay: "El hambre es cosa seria" (guaraní-castellano)



Ñembyahýi tuicha mba'e (káso)

El hambre es cosa seria (narración)

Mombe'uha: Derlys Fernández(Narrador)[1]
   Aikotevẽ ningo kuri amboguata che rymba kuéra ajogua ramo va'ekue che ñúmeve, namombyrýiva upégui. Ambyaty che rembirapicha kuéra upe tembiapo ĝuarã, ha sapukáipe rosẽ tapépe.   Necesitaba arrear el ganado recién comprado hasta mi campo, que no quedaba lejos de allí. Reuní al personal para el trabajo, y a los gritos nos pusimos en camino.
   Roĝuahe rire, rombyaty che rymba ambue kuéra ndive roipohano haĝua, korápe. Ore reta rupi, roikopa kuarahy oike mboyvemi.   Luego de haber llegado, los reunimos con los otros animales para vacunarlos, en el corral. Como éramos muchos, terminamos poco antes de entrar el sol.
   Oĝuahéramo pytumby, rojahupa rire, roñembyatypa ropytu'u haĝua, ha roñemongeta mba'éichapa rohasa kuri upe árape. Upéichante avei, rokasea ojehu va'ekue oréve, rombohasa haĝua ára pukamírehe, ñemoko'íme. Upe pyharépe ro'y porã kuri, upévare rojo'apa rojepe'e tatajerére.   Al atardecer, después del baño, nos juntamos todos a descansar, y conversamos de cómo pasamos el día. Asimismo, comentábamos de sucesos pasados, para pasar el tiempo con bromas, entre algunos tragos. Esa noche hacía frío, y por eso estábamos encimados alrededor del fogón.
   Oĩ ra'e ore apytépe peteĩ che rembirapicha, Kali, ivare'a karia'ýva, ha oikuaaséma rupive mba'étapa ore karupyhare, ohóje omaña ñemi mba'épa oĩ hína tataypýpe... ha upépe ohecha ndaje ra'e ojejapoha vori vori. Ore kóva ndoroikuaái kuri upérõ.   Había sido que uno de mis empleados, Carlos, ya tenía mucha hambre, y como quería saber qué se hacía para la cena, fue a husmear qué había en la cocina... y vio entonces que se estaba haciendo vorí-vorí[2]. Nosotros no lo sabíamos entonces.
   Roñehenoipámaramo rokaru haĝua, roho roguapypa ore hi'upy renondépe, ha katu Kali opyta ijapykápe, upe oĩ haguépe. Heta ningo rohenói chupe, ha ndouséiramo ha'e, roimo'a kuri ndokaruseiha, ha roñembyesarai chugui.   Cuando nos llamaron a la comida, fuimos todos a sentarnos frente a los platos, pero Carlos quedó en su asiento, donde estaba. Le llamamos repetidamente, pero como venía, creímos que no quería comer, y lo olvidamos.
   Upe tembi'u heterei kuri, upépe roĩ haguéicha (rokaru va'ekue) roime oñondive. Kali katu ñamo'ã noñangekóiva, ha rohopa roñeno roke haĝua.   La cena estaba deliciosa, en eso todos (los que comimos) estuvimos de acuerdo. Carlos no parecía alterarse, y fuimos todos a acostarnos para dormir.
   Upémaramo Kali omombe'u oréve mba'érepa ha'e ndokarúi: Omaña ñemi rupi karu mboyve, ohecha ndaje machu ndorekoiha ijyva asu, ha ijakatúa rupive ombuapu'a umi vori vorirã upe ikámare. Jepéro ha'e iñembyahýi kuri, ndo'u mo'ãi asy upéva.   Fue entonces que Carlos nos reveló porqué no había comido: Al espiar un rato antes, descubrió que la cocinera no tenía el brazo izquierdo, y con su diestra preparaba las bolitas del vorí-vorí amasando contra su pecho. Por más hambre que él tenía, no era capaz de comer tal cosa.
   Ko'ẽrupi, apáyramo, ahendu sapy'a kuña oga jára, ore machu upe pyhare ambuépe, oja'o iméname hína, ha'e ndoñangarekói haguére vaicha peteĩ mba'e che ndaikuaáiva.   Al amanecer, cuando desperté, oí que la dueña de casa, nuestra cocinera de la noche anterior, estaba increpando a su marido, por algo que parecía él debía haber cuidado.
   Apu'ã meme ha aha aporandu mba'épa oiko hína. Upe kuñakarai omombe'u chéve ha'e hasyha tevipytãsẽgui, ha orekoha itypy'a rapo ha'e oguapyha hi'ári hikóni kuarahy osẽramo, ha iména oĩméne ohejaha ohupi'ỹre upe ipohã, ha oimeneha jagua ho'u raka'e.   Me levanté y fui a preguntar qué estaba sucediendo. La señora me contó que ella sufría de hemorroides, y que tenía un cuajo sobre el cual siempre se sentaba al amanecer,[3] y que su marido debió dejarlo sin alzarlo, y que posiblemente el perro lo había comido.
   Ndaikatúi háicha che amyatyrõ upe tekope'ỹ, ajevy che irũ nguéra ndive ha amombe'u ichupe kuéra oiko va'ekue ore machu ha iména rehe.   Como no podía resolver el problema, volví junto a mi gente y les comenté lo que había sucedido con nuestra cocinera y su marido.
   Ha upémaramo Kali omombe'u oréve ha'e ojapo va'ekue: Ha'e ndo'uséi haguéicha upe vori vori oñembuapu'a va'ekue ore machu kámare, oñeno ra'e ho'u'ỹre mba'eve, ha ndaikatúi ndaje oke vare'águi... ha upéramo, ore rokepa rire, omoka'ẽ tatápe upe typy'a rapo ojuhu va'ekue osaingo ogahojágui, ha ho'úje ha'e hi'añoite.   Y fue entonces que Carlos nos confesó lo siguiente: Como él no quería comer el vorí-vorí que fue abollado por el pecho de la cocinera, se acostó sin comer nada, pero no pudo dormir del hambre... y entonces, cuando ya todos dormíamos, asó al fogón el cuajo que encontró colgado del techo, y se sirvió él mismo.

[1] El Dr. Derlys Fernández Chaves es cirujano de Yuty, dpto. de Caazapá, Paraguay. El suceso lo narró en guaraní en forma oral.
[2] El vorí-vorí (a veces escrito como borí-borí), una comida tradicional paraguaya, consiste en una sopa (caldo) con pequeñas albóndigas de maíz, de alrededor de 1 cm de diámetro.
[3] El cuajo es uno de los estómagos de la vaca. En la medicina popular, la hemorroides se combate entibiando el cuajo y sentándose encima por algunos minutos al día.
Redactado por Manuel F. Fernández - © www.guaranirenda.com - 2002

Cuentos del Paraguay: "La sequía"

No se movía ni una hoja. Los árboles del patio subsistían suspendidos en el silencio brillante del verano untuoso y cruel. Los pájaros con los picos entreabiertos oteaban la tierra escudriñando ilusoriamente algún vestigio de humedad. La capa del suelo rojo exponía grietas enormes que parecían agrandarse más cada día y dibujaba en forma caprichosa un raro mapa de una geografía exótica y polvosa. ¡Esta sequía que acompaña esta guerra, tan interminable como la guerra misma!
La vieja se tambaleaba a causa de sus múltiples achaques y por el peso de sus años incontables. Con un gran esfuerzo y hasta con dolor, se arrastraba con una palangana desportillada llena de agua para regar las pocas plantas que aún no habían perecido. El batallar del riego parecía cansarla cada vez más y más. Pero le gustaba observar algún vestigio de verde en la casa.
La trajeron de muy pequeña, hacia fines de la guerra grande, de la lejana Villa de Curuguaty, que antes había servido de refugio a Artigas, pero durante la guerra sucumbió al igual que muchas otras poblaciones del interior del país por donde asolaron los rapai.
Con la ayuda de Colá, su nieto, logró levantar un rancho en Villa Aurelia y entre los dos hicieron una huerta donde sembraron tomates, repollos y lechugas. Después, quedó sola y siguió cuidando su huerta, cada vez más pequeña, al alcance de sus fuerzas.
Esa noche no pudo dormir por el calor. Las paredes del rancho rezumaban un agua de color marrón. Miró el nicho de barro pintado de azul, y por un rato se quedó en profundo trance. Oraba con unción. Desde el techo de paja caían gotas. Era el barro mezclado con escarcha. Un desmoronamiento gradual que no le preocupaba. En última instancia un poco de rocío era siempre una ayuda para sus plantas. Se levantó temprano para ver sus repollos y los otros almácigos. Las hojas estaban alicaídas y habían soportado hasta el día anterior los fogonazos constantes e implacables del sol. La vieja sabía que los repollos estaban muy débiles, menudos, y de ahí a que arrepollasen sólo Dios podría decir.
Miraba la huerta impasible. Los surcos profundos de su cara morena, los cabellos grises y lisos, su cuerpo pequeño y arrugado vigilaban la existencia del rancho. Mejor, daban savia en cierta forma a su kulata-jobai, su rancho rodeado de laureles, timbós y lapachos.
Llegaba hasta el pozo lentamente con la marcha imprecisa de sus pasos pequeños, y descargaba los baldes de agua en la sufrida palangana. La tarea casi ritual de rociar apenas con algunas gotas de agua fresca las plantas de su huerta, le producía gran placer. Se podía adivinar en su rostro algo así como una sonrisa o un gesto apacible.
Una tarde de calor enervante fue al pozo. Lanzó el balde y al levantarlo escuchó un crujido diferente al de la roldana. Notó que el peso que iba tirando era muy superior al de otras veces. Con desfalleciente dificultad logró desaguar el balde y arrojó el contenido en la palangana, que en vez de agua, era un lodo gris, denso y mucilaginoso; la vieja no quiso creer. Miró el pozo desde el brocal y no vio el brillo familiar del cielo o el reflejo del sol. Frente a sus ojos, un ciego túnel le robó sus esperanzas. Miró arriba. Una bóveda azul, clara e impasible. El sol estaba entrando y el arrebolado vespertino con todos sus matices del naranja al rojo, iluminaba el patio... "Si estuviera mi nieto ¡cuánto hubiese hecho!". Volvió despacio al huerto y miró sus verduras con tristeza. "Alguna vez va a llover, no es posible que esta sequía dure toda la vida...".
Pensaba o rezaba. Era difícil saberlo. Pareciera que hablase a sus almácigos sedientos. "Mi nieto querido, no llueve, el patio se pone más triste cada día, se va secando todo...".
Serían las cuatro de la tarde cuando varios uniformados de cara entre hosca e indiferente golpearon al portón. La vieja tardó mucho rato en llegar hasta ellos. Vino arrastrándose y tratando de ver con su ceño arrugado lo que sucedía en la calle. Al principio vio bultos indefinidos y no pudo distinguir muy bien las formas. Después comprendió que era un grupo de personas que hablaban. Uno de ellos en forma brusca gritó:
—Aquí vive un emboscado y tenemos orden de llevarlo.
La vieja no entendió de qué hablaban ni qué significaba la imprevista aparición de tanta gente. Calladamente levantó el alambre enrollado que trancaba el portón.
—Pasen —dijo—, como si comprendiera que era una obligación ceder ante la autoridad.
Varios soldados y un policía local empujaron el portón que se abrió con dificultad. Los palos de abajo arañaban la tierra. Tuvieron que alzar el portón para que cediese y después levantarlo de nuevo para cerrarlo. Una vez dentro del patio, el que actuaba de jefe del grupo se dirigió a la anciana y le dijo:
—Vamos a revisar toda la casa. Por la comisaría local sabemos que usted guarda a un emboscado.
La vieja no dijo nada. Miraba a los soldados que estaban uniformados de verde oliva, al policía y al jefe, con cierto dejo de perplejidad. Y no perdió la calma en lo más mínimo.
—Pasen che karai kuéra, —les dijo— y miren todo lo que quieran.
Hablaba con cierta tristeza y muy quedamente.
Los soldados entraron en el rancho, fueron al patio, examinaron la huerta, registraron los alambrados, el laurel centenario con sus ramas exuberantes y florecidas, el tatakuá medio arruinado y con restos de ceniza remota. Entraron después en las piezas y precipitadamente husmearon los cajones, los armarios desvencijados, los colchones, las basuras, en fin todo lo que existía en el rancho. Uno de los soldados salió trayendo un pantalón gris y un saco roto en el lomo.
—Y esto, ¿a quién pertenece? —inquirió en forma triunfal, como queriendo decir que por fin había hallado algo comprometedor.
El policía agregó:
—Yo sabía que había más gente en esta casa. No trate de embromamos. Cuéntenos de una vez por todas a qué hora vuelve el que buscamos y lo esperaremos aquí.
La vieja no contestó enseguida. Pensó un largo rato. Como si se esforzara por hallar una respuesta adecuada. No le salían las palabras con facilidad. Cerraba los ojos y movía la cabeza.
—Conteste de una vez y no nos haga perder el tiempo, —dijo un soldado.
La vieja seguía como dudando sin responder. Finalmente mirando al policía pudo balbucear confusamente algunas palabras:
—Colá suele venir por las noches, especialmente cuando hay amenazo. No siempre es posible que venga. Depende de muchas cosas. —Y calló.
El policía habló con los soldados. El jefe, articulando claramente las palabras, se dirigió a la vieja:
—Tráiganos unas sillas y tereré pues vamos a esperar a Colá. Seguro que él viene cada noche. Y usted no nos quiere contar la verdad. En todo el país hay gente que se esconde, hasta en los aljibes. Tenemos orden de llevar a todos los que se hallen en edad militar. ¿No sabe usted que estamos en guerra con Bolivia?
La vieja no contestó. Después de un rato, se escuchó el clás clás de su zapatilla de tela cuadriculada llena de remiendos. Volvió empujando una silla. Uno de los soldados la ayudó y trajo otra.
—Es todo lo que tengo. No me las rompan por favor.
Retornó a su pieza y trajo yerba, una guampa y una bombilla:
—En el cántaro hay agua.
Un soldado trajo el cántaro de la cocina. Se pasaban la guampa por turno, casi sin hablarse
entre ellos.
—A veces vale la pena esperar —dijo el policía—, pues ya van siendo escasos los que logran esconderse. Últimamente en la campaña reclutamos varios miles y la guerra no lleva trazas de terminar.
El jefe, que sin dudas tenía prisa, se levantó y volvió a dirigirse a la vieja:
—Mire abuela, ¿por qué no nos cuenta de una vez dónde está Colá? Si usted nos ayuda, todos saldremos ganando.
La vieja al parecer no comprendió lo que acababa de oír y contestó como hablando consigo misma:
—Y sigue sin llover. ¡Qué difícil la vida! ¡Antes me ayudaba Colá pero ahora estoy tan
sola!
El policía que estaba atento a lo que decía la vieja le contestó con brusquedad:
—Todas las noches la escuchan a usted hablar con alguien. Tenemos informes, así que no trate ahora de esconder la verdad... ¿Entiende?
Pasó un largo rato de quietud. El tereré corría y se notaba impaciencia en el policía y en el jefe.
Súbitamente la vieja miró el cielo y se puso eufórica: a lo lejos se escuchaban truenos y se veían relámpagos. Iba a llover y bien pronto.
—Va a venir Colá! —gritó. Siempre que llueve viene a verme. ¡Qué alegría, me hallo tanto!, —exclamó mirando a los soldados, al jefe y al policía.
Al cabo de un rato un aguacero violento arremetió con furia y tuvieron que entrar al rancho, hacinados, pues no había espacio para todos. El techo de paja tenía enormes goteras y en ciertas partes de la pieza en que dormía la anciana era como estar dentro de una jaula de alambres. El jefe miró la pared de barro del rancho y leyó algo que estaba enmarcado. Parecía un recorte a primera vista. Le tocó el hombro al policía. Y éste, a medida que leía, se iba quedando serio. Los colores de su cara fueron reemplazados por un amarillo verdoso. No era un recorte sino una comunicación del alto comando del ejército. La firma era ilegible pero el texto estaba claro. Los demás soldados por orden del jefe fueron leyendo lo mismo. El chubasco iba disminuyendo gradualmente y al poco tiempo el sol volvió a brillar. De a uno, fueron saliendo todos del rancho. El jefe se acercó a la vieja y con raro acento le tendió un billete de cien pesos y le dijo:
—Perdone abuela.
Al salir cerraron el portón y escucharon a la vieja que gritaba llena de júbilo:
—¡Colá, mi querido nieto, por fin viniste! ¡Tanta falta hacías en medio de la sequía!
En el patio, las plantas de tomate habían ganado algún color. La tierra olía a yerbas, a vientos y a flor de laurel...

( Del libro Incunables 1987) 
RODRIGO DIAZ-PEREZ
(Asunción, 1924)

"Combo Caacupeño": Chipa con butifarra, el menú infaltable en Caacupé


Chipa con cocido para el desayuno y chipa con butifarra para el tereré rupá es el menú más económico y buscado por los peregrinos en Caacupé. Unos 14 vendedores se encuentran apostados detrás de la Basílica y otros en el paseo peatonal al costado de la misma.

El "combo caacupeño", como se lo conoce, cuesta G. 4.000; la chipa se vende a G. 2.000, y ya es opción de cada uno acompañarlo con una butifarra o un vaso con cocido, que también están a G. 2.000.
Máxima Noguera, una pobladora de la zona, se instala cerca de la Basílica, cada año, en compañía de sus hijas para vender chipa, cocido y butifarra.
"Vendo esto desde hace 32 años y estamos 24 horas desde el 28 de noviembre hasta el 8 de diciembre", relata la mujer.
Recuerdos. Los que llegan a la Villa Serrana, por lo general, quieren llevar algúnsouvenir o regalos.
Los locales comerciales que se encuentran en las calles aledañas ya renovaron su stock para la ocasión, mientras que otros, como cada año, se ubican en el paseo peatonal que va desde la Basílica hasta la zona comercial.

En ese lugar se puede encontrar rosarios desde G. 5.000, remeras con la imagen de la Virgen desde G. 15.000 hasta G. 35.000, imágenes de la Virgen de Caacupé en todos los tamaños y precios. La más cara cuesta G. 250.000.
También pueden adquirirse velas, pantallas, sillas plegables, sombreros, kepis, zapatillas, cruces luminosas y pañuelos.
Tatuajes. En medio de las imágenes sacras y cruces que se encuentran a la venta está un puesto de tatuajes temporales donde un joven se encarga de realizar las pinturas con diseños propios o de acuerdo a lo que el cliente solicite. Los precios varían de acuerdo al trabajo y van desde G. 15.000. "Los tatuajes que yo hago duran entre 10 y 15 días y no todos piden el rostro de la Virgen o de Jesús", manifestó el artista.
Comedor. Desde el año pasado los vendedores ambulantes y comerciantes de alimentos que se encontraban al costado de la Basílica fueron reinstalados en el ex Mercado Municipal, donde cuentan con infraestructura necesaria.
Una de las cocineras y comerciantes comentó que allí ofrecen un techo que les cubre del sol y la lluvia, sillas y mesas, además de un servicio a bajo costo y con menú variado.
"Estamos desde las cinco de la mañana hasta la medianoche vendiendo comida recién hecha", explica María.
Precios. Pancho G. 3.000; butifarra G. 4.000; muslo de pollo G. 8.000; muslo de pollo con ensalada G. 10.000, morcilla a G. 5.000 y el plato de comida a G. 10.000.
El menú es variado, se encuentra desde comidas típicas, asaditos, embutidos hasta caldo de pescado y todo tipo de bebidas.
Los hoteles que rodean a la Basílica también ofrecen su gastronomía, así como los restaurantes y bares de la zona.
La gastronomía para los días de mayor afluencia en la capital espiritual del Paraguay no es un problema ya que existe variedad en menú y precios.

Fuente: http://www.ultimahora.com/

#MúsicaPY / Perla del Paraguay - Virgencita de Caacupé



Virgencita de Caacupé  
Ya la caravana, De los promeseros Asciende la loma De Caacupé, Campanas de bronce, Tocando oraciones Llaman a los fieles Con su canto dulce Para el ñembo´é.  Virgencita santa Recuerdo que un día Con salmo en los labios, Hasta tí llegué, Y allí de rodillas, En tu santuario Con fervor creyente, Como un peregrino Yo también oré.  Oh, Virgencita, De los milagros Tú; que eres buena. Oye mi ruego; Vengo a pedirte, Que tus perdones Lleguen a mí.  Caudal de hechizos Y de ternuras Hay en tus ojos, Que son azules Como ese cielo Que cubre el suelo Donde nací.  Un día quisieron, Llevarte muy lejos, Pero en un milagro, Dijiste tové; Desde entonces, ciego Creyente y sincero Tu fiel pueblecito;Virgencita blanca Se postró a tus piés.  Como en un misterio, De leyenda sacra Con salmo en los labios, Hasta tí llegué, Y allí de rodillas, En tu santuario Con fervor creyente, Como un peregrino Yo también oré.


#Libros: Emilio Salgari - Il Tesoro del Presidente del Paraguay


Tapa del libro (Novela) del escritor italiano Emilio Salgari (1863-1911) sobre la guerra del Paraguay.

Salgari es conocido por sus novelas en la Malasia (Sandokan etc.), y escribió el libro sin haber visitado nunca el Paraguay, por lo que tiene muchos errores geográficos e históricos.







El rescate del libro estuvo a cargo de Luis Fernando Meyer, quien de adolescente descubrió un libro de Salgari que hacía referencia al Paraguay. “No creo que fuese algo común estar a favor del Paraguay en la Europa de Salgari, ni aún entre los románticos como él, pues la única historia del Paraguay diezmado y arrasado que existía era la de los aliados vencedores. Tampoco le habrá sido muy fácil recabar la información a la que le condujo su investigación, evidentemente en bibliotecas”, reflexiona Luis Fernando Meyer en el prólogo de la obra.

Breve explicacion sobre el traje tipico de Miss Paraguay


De aqui es de donde sale la idea del traje tipico de Paraguay.

Llevará la inscripción "Paz y Justicia" en letras negras, distribuida en una orla sin color de fondo, de anchura equivalente a una doceava parte del círculo del escudo, de 135 grados de circunferencia, centrada en la parte superior. La figura del león, en su color natural, estará en posición sedente, de perfil mirando a la derecha del observador, en actitud rugiente y con la cola levantada, ondulante y sobresaliendo, ubicada al costado de sus extremidades posteriores. La pica debe ubicarse detrás del león, sobre el diámetro vertical, con largura proporcionada y con remate en su extremo superior por el gorro frigio rojo, símbolo de la libertad.
 Nuestra Reina Myriam Arevalos
La sexagésima cuarta edición anual del galardonado certamen de belleza “Miss Universo 2015”, bajo la nueva administración de la corporación "WME / IMG", será llevada a cabo en los Estados Unidos de Norteamérica entre las fechas 01 al 20 de Diciembre.
Exitos Reina..

Queso Paraguay / kesú paraguai (según Mundoquesos y Tembi'u Paraguay)


Leche: Vaca
Tipo: Pasta fresca, sin corteza
Materia Grasa: No definido
Maduración: No precisa
Aspereza: Media, algo agrio
Vino: Vista Alegre Riesling (Bodega Gerhard Bühler)
País de origen: Paraguay
Región: Todo el país
Notas: El Queso Paraguay es, sin lugar a dudas, el ingrediente por excelencia y por antonomasia en la gastronomía popular paraguaya. Que sería de la gastronomía paraguaya sin el "Kesú Paraguai". El nombre “kesú paraguai” con el que se lo conoce en el campo paraguayo, deviene de la guaranización de los vocablos “queso” (producto obtenido por maduración de la cuajada de la leche con características propias para cada uno de los tipos según su origen o método de fabricación) y “Paraguay”, nombre del país de donde es originario.
La utilización de la palabra “paraguái”, con “i” latina en sustitución de la “y” griega, obedece al hecho de que en el idioma Guaraní la “y” se pronuncia de manera diferente a como suena en español y siempre designa al “agua”.
Se trata de un tipo especial de queso que se elabora a partir de la “cuajada” (preparado que se logra de la mezcla de leche pura con el “cuajo”, parte del tubo digestivo de ciertos rumiantes que segrega, durante la digestión del animal, ácido lácteo), que generalmente no lleva sal y que como se fabrica con leche “entera” (no descremada o sin grasa), deviene en muy cremoso y nutritivo. Posee una masa blanda y un sabor poco salado, un tanto agrio, tiene una vida útil aproximada de 45 días.
Si bien la fabricación del “kesú paraguai” es originaria de las “estancias” (haciendas de campo destinadas al cultivo, y más especialmente a la ganadería) del Paraguay, hoy son muy apetecidos los quesos provenientes de las colonias mennonitas ubicadas principalmente en el Chaco paraguayo.
Generalmente, el “queso Paraguay” tiene un límpido color blanco intenso, propio de la leche de vaca con que se lo elabora.
El Queso Paraguay esta presente en todas las preparaciones tradicionales paraguayas (Mbejú, Sopa Paraguaya y Chipa).
Aunque es ingrediente esencial de las anteriormente mencionadas recetas, el kesú Paraguay en sí es bastante aburrido. Lastimosamente la calidad del Queso Paraguay ha bajado bastante en los últimos años. Cuando está bien fresco tiene un sabor muy leve lo cual hace que, en dicho estado, sea buen vehículo para sabores dulces. En Paraguay se combina un trozo de queso fresco con dulce de guayaba o miel de caña para postre. Al pasar los días el kesú paraguay desarrolla un olor fuerte (algunas veces extremadamente fuerte) y se torna duro y un poco grasoso con un color amarillo. En ese estado se usa para chipa, sopa y otros platos típicos.
En cuanto al consumo de queso la mayoría de los paraguayos sólo comen kesú paraguay ya que es casi el único tipo de queso que se consigue en el campo. En áreas urbanas hay más variedad.


Fuente: mundoquesos.com

Foto de Liliana en Tocorre 

EL QUESO PARAGUAY

El queso Paraguay o kesu paraguai (en guaraní) es un queso de sabor único y es un ingrediente fundamental en la mayoría de los platos tradicionales de nuestro país. 
¿Como se hace el queso Paraguay? ¿Con que tipo de queso lo podemos reemplazarlo en otros países? Son las preguntas que con frecuencia me hacen en la página.
Luego de leer en varios sitios he recopilado información que comparto con ustedes.

Para 1Kg de queso aprox

  • 5 lt de leche de vaca
  • 1 cuajo (parte del abdomen de la vaca)
  • Limón
  • Sal (opcional)

PREPARACIÓN

El auténtico queso paraguayo se llama queso cuajo y su nombre viene del elemento que se utiliza para cuajar la leche. En el campo se utiliza el cuajo de la vaca que es una especie de piel del tubo digestivo del animal. Esta piel se baña con abundante limón o naranja agria (y algunos también sal, aunque el original no llleva) y se deja secar al sol por un par de días antes de preparar el queso. 

En la preparación del queso tradicional paraguayo intervienen además de la leche entera de vaca (sin pasteurizar) y el cuajo; la quesera (que suele ser de madera con un colador por debajo) y el sobrado que es el lugar donde se deja reposar el queso para que libere todo el liquido de la cuajada.

En síntesis se puede decir que la preparación del “kesú paraguai” atraviesa por tres procesos: la preparación del “cuajo”, la elaboración de la “cuajada” y finalmente, la fabricación del queso.


PREPARACIÓN DEL CUAJO

Se abre y se lava muy bien para luego colocarlo en un recipiente agregándole abundante jugo de naranja agria (apepú) o limón. Se deja impregnarse de ese líquido por espacio de tres a cuatro horas, transcurridas las cuales se lo pone a secar al sol, bien extendido en un sitio aireado. Cuando está bien seco, el “cuajo” está en condiciones de “cortar” la leche. En dias de buen sol basta con 1 día.
Sobre el Cuajo: el cuajo es como un trapo, y se puede reutilizar varias veces si le lo lava cada vez que se utiliza.

LA CUAJADA

En un recipiente adecuado y grande se coloca la leche cruda a la que se agrega el “cuajo”, revolviendo el preparado con la mano o una cuchara de madera de vez en cuando por espacio de 1 hora. Luego de ese tiempo se hace gotear la leche sobre la palma de la mano y si presenta signos de pequeños coágulos, se retira el cuajo y se aguarda un rato no muy largo, transcurrido el cual la “cuajada” estará lista para preparar el queso Paraguay.

EL PRENSADO Y LA ELABORACIÓN DEL QUESO

El queso se elabora rompiendo la “cuajada” preparada, que para entonces debió reposar por espacio de unas horas. Una vez rota la “cuajada” con las manos se la deja reposar nuevamente para que pierda todo el líquido o jugo llamado “suero”. Cumplido este paso, se procede a apretar la “cuajada” hasta sacarle todo el líquido que contenga. Totalmente liberada de “suero” la “cuajada”, se llenan con ella los bastidores o queseras que suelen ser de forma cuadrada o rectangular especialmente dispuestos para el efecto. 
Foto de Itaipu
Estas queseras se dejan reposar en un lugar aireado pero sin sol sobre una rejilla de madera llamado "sobado" y al día siguiente, el “kesú paraguai” ya estará listo para su consumo.

El resultado es un queso blanco y de sabor un poco ácido. El queso fraguado tiene un color amarillento, seco, hinchado, con muchos ojos o agujeros”
Para la sopa paraguaya se utiliza el queso tierno, o fresco y para la chipa el queso de varios días o kesu tujá.




REEMPLAZAR EL QUESO PARAGUAY

Una de las grandes interrogantes de los paraguayos que viven fuera o extranjeros que quieren hacer nuestras comidas típicas es ¿Con que queso se puede reemplazar el queso paraguay?
Básicamente se puede reemplazar por cualquier tipo de queso fresco, en las etiquetas de los quesos ponen queso tierno o queso fresco, si quieren hacer sopa paraguaya, vori vori y chipa guasu.
Para la chipa, el kavuré y el mbejú se usa un queso más viejo En Argentina se suele usar el de cáscara colorada, en España se puede usar algún queso curado o tipo gouda.

La Historia del Paraguay en 20 capítulos - Capítulo 20




Por prelación constitucional, asumió como presidente de la República el Presidente del Senado, el doctor Luis González Macchi. Está por verse si su cargo le corresponderá hasta finalizar el periodo presidencial, o si es solamente provisorio. En el momento del cierre de esta página web está en manos de la Corte Suprema de Justicia dirimir esta situación.

Los políticos, que amenazados por la barbarie oviedista tuvieron una protección de la ciudadanía que ofrendó dignamente su colaboración para mantener el estado de derecho, asumieron una postura digna de tan dramáticos hechos, formando un gobierno de coalición nacional, donde los tres mayores partidos políticos negociación mediante, conformaron gobierno.

Tampoco esto era una concesión graciosa del partido colorado. Todos los sectores políticos se unieron, y tuvieron participación activa para desplazar del poder a este grupo totalitario. Además, los colorados, partiendo del mismo partido, ante la crisis interna que condujo al mismo país a una espiral de crisis social insostenible y crítica, donde se imponía la lucha del poder entre dogmáticos y empresarios; había arrastrando al mismo partido casi a la llanura política. El partido colorado, acostumbrado a imponerse, y renuente a pactos con otros partidos, realizó este trascendental paso, por las causas mencionadas, pero creemos que también ello permitirá depurar sus filas. Probablemente, los grupos fácticos, sin contar ya con la opción de tomar provecho de éste poderoso partido, que a su vez se nutría insaciablemente del estado; sin posibilidades de seguir lucrando con ello, serán indefectiblemente expelidos de su seno. Esperemos que esta aptitud revolucionaria para el propio partido, permita captar nuevamente a jóvenes políticos de raigambre popular, y con verdaderas capacidades y convicciones ideológicas y políticas; y se vaya renovando deshaciéndose del sometimiento a los caprichos e intereses extra partidarios.

Los jóvenes y la ciudadanía toda (en una proporción mayoritariamente asuncena), conformada por miembros de todos los partidos políticos, por sectores apolíticos, y fuerzas vivas en general, y protegidos por la Iglesia Católica que cobijó en la Catedral a muchos de estos valientes ciudadanos, conjuntamente con los campesinos y los obreros, logró romper esa hegemonía unipartidaria de casi 60 años, que los políticos no pudieron lograrlo en toda la transición democrática de 10 años.

Pero hay que ser fríos en el análisis. El interior del país no reaccionó de la misma forma que la población capitalina y metropolitana.

Es fundamental que los políticos insistan en esta fracción demasiada importante y de tremendo peso electoral, que miró pasivamente los sucesos de la capital. Incluso, muchos sectores del interior ni estaban al tanto de lo que ocurría.

Otra preocupación es que aunque fue un fenómeno inorgánico, espontáneo y multitudinario, ella no fue soportada por gremios bien organizados, a pesar de algunas excepciones. Es fundamental que los gremios estudiantiles en forma orgánica posean mayor capacidad de reacción y de compromiso, materia pendiente en la formación de futuras generaciones. Esta reorganización debe de ser impulsada en forma activa y efectiva.

Obligaciones pendientes y urgentes - A reconstruir la patria de una vez por todas

Es perentorio reorganizar el país, ya que actualmente ella está varios pasos atrasados en la propia historia de las naciones. Después de todos estos años, sorprende 1999 al país con una pequeña luz de esperanza para emerger definitivamente hacia su progreso sostenido y para el avance de sus condiciones de vida.

Estamos expectantes a las directivas o voluntades concretas de la administración central para encarrilar el futuro del país. Estando cerca de finalizar el siglo, el país muestra un aspecto de carencia y debilidades, existiendo problemas que más que requerir urgencia, ya ha pasado a un estado de crisis endémica, como son la explosión demográfica, la falta de asistencia educativa y de salud, la falta de distribución equitativa de tierras a los labriegos, la cobertura sanitaria, de aguas tratadas, la depredación de los bosques, de la fauna, la contaminación ambiental, la invasión de colonos brasileños en enormes extensiones de territorio, la pérdida de la cultura nacional, el contrabando indiscriminado, el narcotráfico, el auto tráfico, la delincuencia incontrolable, la falta de básicos medios de comunicación, la corrupción galopante y desenfrenada, los desórdenes y desarreglos comunales heredados del régimen anterior, y la falta casi desesperante de puestos de trabajo, tal que el país sigue manejado por este grupo de interesados en negociados gubernamentales, que ojalá sea desplazado de una buena vez del poder. Esperemos que se priorice la dirección institucional de la república, hasta la entrega del poder en agosto de 2003.

El país va a requerir en un futuro inmediato la urgente solución de estos problemas, porque las condiciones de globalización, dentro de esta "nueva" concepción de regionalización que es el Mercosur, ponen en un lugar muy deprimente la situación del país, en el contexto regional. Ni siquiera puede ofrecer mano de obra calificada para cubrir puestos de trabajo en este macro mercado, debido a las deficiencias en la formación técnica y superior. El país no daba las mínimas condiciones ni garantías internas para implantarse el capital extranjero en el territorio, y todas aquellas que desean cubrir este mercado global, se instalan en las adyacencias al país, debido a que el mismo es pequeño, y no merece mucho interés estratégico. Si éste no da opciones válidas, simplemente se produce las mercaderías en los países vecinos, y se convierte al país en un mero y neto mercado consumidor de segunda categoría. No se produce nada en proporciones considerables, a excepción de materias primas básicas como soja o algodón, o la producción de carne de las grandes haciendas. Ningún producto con valor agregado sale en cantidades razonablemente aceptables del país, tal que se obtengan divisas que solventen el progreso del mismo. La calidad y cantidad de mano de obra suministradas a las pocas y excepcionales empresas que se radican en nuestro suelo, se limitan a puestos de 3er o 4to nivel. Los técnicos de mando medio o especializados se contratan en los países vecinos tal que los del país son relegados a puestos mucho más inferiores y menos remunerados.

No se pueden ofrecer servicios, porque los conocimientos en tecnología y capacitación cualificada, están a niveles rudimentarios. La clase empresarial, por años mamando de las bondades de la dictadura, ante la apertura de los mercados, se ven en la grave disyuntiva de apearse del carro cómodo de apoyar a un sistema totalmente desfasado y pútrido, para enfrentar este reto, que los deja en desventajas inmensurables. Para mantenerse, deben facturar, y para facturar debe haber mercado, y no hay mercado, por la recesión económica, y entrar en mercados extranjeros es poco posible, por las dimensiones de las industrias locales, y por la calidad de los productos ofrecidos.

Se superaron y anularon las barreras proteccionistas, y el mercado interno cada vez está más miserable, crítico y paupérrimo. El timón económico sigue encadenado y dependiente de esa masa electoral de empleados públicos a quienes se les debe el acceso al poder al partido colorado. Así, las circunstancias actuales, deben de separar esta perversa situación. Estamos al borde del precipicio, mientras los demás países de la región intentan recuperarse de las épocas nefastas de sus respectivas dictaduras con progreso, planes y directrices claras; lamentablemente en él nuestro las cosas son aún poco claras.

Hay muchas carencias en la República del Paraguay. Los jóvenes en muy poco tiempo, ante esta encrucijada, con este negro horizonte; van a empezar a exigir, y es muy probable que se sucederán explosiones sociales de impensables consecuencias que la clase política tiene la obligación de preverlas. El reencause del país se debe empezar a gestar, por que ni ya se puede decir "antes de que sea tarde", porque hace rato, que ya se hizo tarde; y esta es la hora en que tenemos que correr todos, para tratar de alcanzarle a la historia, a nuestra realidad, que hace rato ya nos relegó a un lugar que los habitantes de esta república no nos merecemos. Ya demasiados jóvenes van engrosando las filas de los desocupados, y demasiados ya también optaron por dejar esta patria por la vecina Argentina, forzándolos al destierro económico.

Y en el descanso, que hay en el largo camino recorrido

Hay una clase silenciosa en el Paraguay, que lucha en las sombras, estoicamente, sin descanso, con honra, con dignidad, con mucho esfuerzo para avanzar, y mejorar las condiciones y expectativas de vida en el país. Este grupo de gente, que sin amilanarse, durante años fue aportando su pequeño grano de arena en el titánico esfuerzo de sacar al país de las tinieblas, no va a claudicar. Nunca bajo los brazos, ni nunca los bajará.

Siempre se lo va a encontrar luchando, tozudamente, tercamente, sin hacer mucho ruido, sin ofender, sin pelear frontalmente, empecinado en torcer el triste derrotero en que se encuentra el país. Esta clase, tiene esperanzas, tiene sueños, en ella anida un pensamiento, el día en que se pueda ver un país moderno, rico, a la altura que se merece, y le corresponde estar, con familias, con hombres y mujeres, recogiendo el fruto de su esfuerzo cotidiano, y dichosos de vivir en paz con su vecino, con su hermano, liberados de esos estúpidos prejuicios que durante tantos años el sistema de convivencia nos impuso pensar, borrando para siempre el fanatismo ciego, excluyente y vacío.

Privilegiada por la naturaleza, esta tierra no se merece ya seguir más soportando sobre sí, este tendal de sinsabores, desdichas y desilusiones. La barbarie de la manipulación del hombre para saciar apetencias sectoriales, como el arreo político, el voto ciego, el fanatismo bestial, tan descabellados y que desvergonzadamente sucedía en el Paraguay hasta hoy, hasta hace poco, se va acabar. Se está acabando.

Usted, ustedes, y todos nosotros así lo haremos. Desterraremos definitivamente a sus guaridas y ratoneras a la clase prepotente, alienante y expoliadora, y nos uniremos con todos los paraguayos y extranjeros que habitamos esta tierra para fortalecerla con trabajo, esfuerzo y dedicación, seamos empresarios o trabajadores, hombres o mujeres, mayores, jóvenes o niños. Ese día llegará tarde o temprano. Y el Paraguay por fin, se redimirá de tan ingrata, miserable y oscura historia.

En un país, donde a finales del siglo 20, tendría que haber ofrecido una juventud sana, culta y preparada, con medios y expectativas de vida razonablemente dignos, iguales a cualquier país medianamente moderno, seguimos enfrentándonos en estúpidas peleas intestinas, que la clase dominante nos presenta e impone, como leit motiv de nuestro diario vivir. Eso debemos destruir cueste lo que cueste.

Recordatorio, Loor a los Mártires, a los Luchadores de Ayer, de Hoy y los de Siempre.
(Por Víctor Luis Baruja R.)

Puede que esté en contra de lo que aquí he escrito. No importa. Voy a ser más personal. Tienes el derecho de hasta rechazarlo; o de ofenderte, fastidiarte o descalificarlo. Pero te aseguro que somos muchos los que tenemos el corazón henchidos de felicidad por el hecho que tu puedas pensar, discutir, hablar, escribir o protestar. Si no lo sabes, o no lo recuerdas, hace 9 años (corre el año 1999), el Paraguay era casi un cadáver; sobreviviente, frío, sin sentidos, sin pensamientos, sin signos de nada, en estado comatoso. Solo se sentía un pequeño pulso, apenas sus signos vitales. Las personas que vivíamos en esta tierra, solo éramos máquinas de producir y distribuir miserias, para mantener con nuestros impuestos una maquinaria de ladrones insaciables. Y si no lo recuerdas, piensa, acuérdate del miedo. De ese terrible miedo, que penetraba nuestras venas, y se apoderaba de nuestro cuerpo, de nuestro ser. Ese miedo con que convivíamos desde que despertábamos hasta que nos acostábamos, que corría por nuestras venas, por nuestros sueños. Ahogaba nuestras alegrías, y nos cubría con un manto de crudo silencio. Ese miedo, el más cruel de todos. Acuérdate. Acuérdate del miedo a PENSAR. Ese miedo ya no está con nosotros. Ese miedo lo hemos derrotado. Lo hemos vencido. Ya fue. Ya no está. ¿Quién lo expulso de nuestros corazones, de nuestros cuerpos?. No fueron los cañonazos de Rodríguez. Fueron el grito o el silencio estoico pero incólume de miles de paraguayos y extranjeros, que lucharon todos estos años. A ellos nos debemos.

A los que aún están, y a los que ya no están. Vaya así este reconocimiento de eterna gratitud. Por la perseverancia, el estoicismo y la dignidad. No los nombro. No los puedo nombrar a todos, a tantos. Gracias señores de mi patria. Hombres valientes de su tiempo.

Soy un paisano, que acaricia un sueño. En que algún día, el sol sorprenda el despertar de mis hijos, con un color de esperanza, dicha y felicidad, en una patria justa, sin arbitrariedades ni abusos.


VIVA EL PARAGUAY. VIVA LA LIBERTAD. VIVA EL DERECHO DE PENSAR. VIVAN LOS VALIENTES HOMBRES DE MI TIERRA. COMO LEONES HAN LUCHADO, Y LOS VERDADEROS PROTAGONISTAS, SE HAN RETIRADO SILENCIOSAMENTE, CON LA FRENTE HERGUIDA, A LAMERSE LAS HERIDAS RECIBIDAS. AHORA DEBEMOS LUCHAR Y CONVENCERNOS QUE LA PATRIA, AL FIN ES NUESTRA. QUE LA MEMORIA DE NUESTROS MÁRTIRES DESTIERREN POR SIEMPRE EL MILITARISMO, EL FANATISMO CIEGO Y EL SOMETIMIENTO DE LA INSTITUCIONALIDAD DEL PAÍS A LOS ANTOJOS DE GRUPOS DE PODER ECONÓMICOS. NO ROBEN MÁS AL PUEBLO. PORQUE EN MEMORIA DE ELLOS, NOSOTROS HOY, SOMOS PROTAGONISTAS, Y NO LO PERMITIREMOS. CONSTRUYAMOS JUNTOS NUESTRO FUTURO EXIGIENDO NUESTROS RECLAMOS. NI UNA GOTA DE SANGRE NUNCA MÁS POR CUESTIONES POLÍTICAS. NUNCA MÁS IMPUNIDAD.

NUNCA MÁS REPRESIÓN. NUNCA MÁS PREBENDARISMO. NUNCA MÁS DINERO DEL PUEBLO DESPILFARRADO GRACIOSAMENTE EN PROSELITISMO POLÍTICO. EL ERARIO PÚBLICO ES SAGRADO, COMO LA MEMORIA DE NUESTROS MUERTOS, PORQUE ES EL SUDOR DIARIO DE TODOS NOSOTROS.

La Historia del Paraguay en 20 capítulos - Capítulo 19

En justa coincidencia, probablemente por la providencia o el destino, miles de campesinos se acercaban a esas mismas plazas; pero con otros objetivos. La solicitud de condonación de deudas a los pequeños agricultores. Ante el acontecimiento, y luego de formalizar condiciones, se plegaron a los manifestantes, formando una barrera humana aún más cohesionada y fuerte. A estos se sumaron los trabajadores, cuyas principales centrales obreras, llamaron a una huelga indefinida, hasta la renuncia o la separación del cargo de Cubas. Se lo acusaba de proteger a una facción violenta y totalitaria como era la del oviedismo.

Acorralado aún más, Oviedo, manteniendo en forma directa el control de la policía, cuyos comandantes respondían netamente a sus mandatos, ordenó un ataque inmisericorde con todos los elementos con que disponía la misma. Carros de agua, gases lacrimógenos, balas de goma, la policía montada, cuerpos de choque, y todo tipo de dispositivos fueron lanzados y realizados contra la multitud, que enfrentó estoicamente esta situación.

Ante la imposibilidad de despejar la plaza para introducir a sus partidarios, aplicó lo más descabellado de su tormentosa acción política. Entre sus partidarios, que se enfrentaban a la multitud en las barricadas, con bombas de estruendos y todo tipo de objetos contundentes, llegada la noche del Viernes de Dolores (Liturgia Católica), del 26 de marzo, distribuyó individuos con armas de fuego, estratégicamente en distintos puntos y en edificios de altura, e impulsó el ataque directo de estos a los manifestantes. Con estos francotiradores disparando a discreción, matando e hiriendo a multitud de personas creía que esto disgregaría a la muchedumbre y los haría dispersarse, y replegarse despavoridos; o bien, que se produciría su tan ansiada revuelta popular. No escatimó esfuerzos, hizo replegar a las fuerzas del orden hacia sus partidarios, viéndose claramente en las transmisiones televisivas en vivo como estos (la policía), también formaban parte de tan abominable acción a favor de los oviedistas.

Mientras las balas arreciaban, era indescriptible la sensación en el lugar; en medio de estruendos de las explosiones, de la humareda de las bombas, de las barricadas y del ulular de las ambulancias, se escuchaba nítidamente el vigoroso, frenético, incansable e incesante tañer de las campanas de la Catedral Metropolitana de Asunción; que con su lastimero y lloroso repicar, arropaban a la valiente juventud que gallarda y con bravura sin par, anteponían sus cuerpos, y ofrendaban sus vidas, manteniendo las barricadas ante la arremetida de los asesinos; cayendo algunos ante el fuego de los vandálicos fratricidas. También ésta se convertía en improvisado sitio de atención de los heridos evacuados de las barricadas. Eran impresionantes las escenas dantescas; donde ella asistía atónita de como hermanos (?) paraguayos mataban a paraguayos por posiciones políticas dispares.

Aún ante las balas, los jóvenes más que nadie, se mantuvieron incólumes mientras se transmitían los sucesos en directo por las cadenas de televisión, donde la comunidad internacional veía con asombro y estupor, caer muertos y heridos a los manifestantes, y como los sicarios disparaban a mansalva sobre la multitud desprotegida ante la mirada cómplice de la policía.

Ni la policía montada podía contra los manifestantes que se mostraban más decididos con cada arremetida de los efectivos policiales, que a pesar de emplear todos sus recursos, no pudo desalojar a la multitud que valientemente los enfrentaba.

Cubas en un último gesto, intentó tomar la plaza con tanques de la caballería motorizada. Mandó movilizar un contingente importante desde la ciudad de Cerrito, distante a unos 70 kilómetros de Asunción.

En el trayecto, entrando en Asunción, la ciudadanía de cualquier nivel social, interponían sus propios vehículos, aminorando la marcha, para hacer más difícil el desplazamiento de estos carros de combate, que debían realizar disparos intimidatorios para poder avanzar. En los alrededores de la plaza se improvisaron barricadas y piquetes, donde personas, jóvenes y mayores, ponían sus cuerpos, vehículos, y todo tipo de elementos a su alcance para evitar que las tanquetas llegasen hasta las mismas plazas. Cada sector del espectro combativo de la patria, alentaba, asistía y luchaba firme con la consigna de no abandonar las mismas. Bajo este compromiso, la multitud se replegó hacia la Catedral de Asunción, cobijándose bajo su techo, y mediante el apoyo abierto y firme de la clase eclesial y pastoral, se mantenían firmes en vigilia ante los eventos que vendrían.

Mientras, el Juicio Político, iniciada por la Cámara de Diputados, que lo había aprobado el día 24 en una repentina, histórica y ajustada votación de dos tercios de los votos necesarios, continuaba en la Cámara de Senadores, que recibía los descargos a las imputaciones, y seguía inexorablemente los procedimientos para la destitución de Cubas. Viendo que las circunstancias cada vez les eran más desfavorables, éste aceptó una negociación forzada con el Senado, con la Comunidad Internacional a través de sus embajadores y con los jefes presidenciales del Mercosur.

Presentó la renuncia, adquirió fueros de parlamentario, y pidió asilo político al Brasil, donde fue a refugiarse; mientras que Oviedo se fugaba a la Argentina, donde obtuvo también un asilo político gracias al presidente argentino Carlos Menem de quien es amigo y socio "comercial".

La Historia del Paraguay en 20 capítulos - Capítulo 18

1998 - 2003 Elecciones Presidenciales: Cubas Presidente

Preso Oviedo, le sucede como candidato por el partido colorado, por orden de prelación; el Ingeniero Raúl Cubas Grau. Un miembro más del círculo áulico de las macroempresas surgidas de Itaipú, y con fuertes lazos y afinidades con el mismo entorno de Wasmosy. Surgía así una tremenda preocupación. Si Wasmosy desatendió absolutamente la gestión gubernamental en pos de intereses propios, este último, presentaba una imagen demasiado similar a él, y con la apreciación futura de un obvio continuismo.

Esto era latente en los sectores y electores selectivos y críticos, que lamentablemente son absoluta minoría en el país. El candidato a vicepresidente que lo acompañaba era el doctor Luis María Argaña, dado por el orden sucesorio en las internas para candidato a presidente. Argaña, era uno de los más genuinos y fieles representantes del stronismo, resistido por un sector también importante del partido. Con un discurso excluyente, retrógrado, ofensivo, casi cavernario, no obtuvo otra cosa que un gran rechazo de la ciudadanía urbana; pero así también, lograba un importante acercamiento de una gran masa electoral, apelando al fanatismo ciego de un gran espectro de la población no urbana, familiarizado a las posturas polarizadas y excluyentes que creían ver en él, la vuelta de tiempos mejores (cuando el derroche de dinero de los grandes préstamos internacionales). Así, algunas de sus expresiones eran: "Aún si el candidato del partido sea el Pato Donald, los colorados lo tenemos que votar", "A esos que no comulgan (con las directivas) con el partido, serán echados a patadas", "Aún el peor de los colorados, es mejor que el mejor de los opositores", "Siempre habrá un 13 de enero" (fecha de la conspiración para la revuelta que alzó al poder al partido colorado en los años 40).

Pero lo concreto es que la oposición, que a pesar de una amplia alianza electoral de casi todos los representantes de la oposición, no logra aglutinar a una suficiente masa electoral ni interesar a la sociedad. Muchos errores surgieron a la propuesta de la oposición. Un bajo perfil popular, con una ausencia total de capacidad analítica del electorado, vaciado de capacidad selectiva bajo el gobierno stronista; se planteó erróneamente la lucha, y perdió estrepitosamente. En las elecciones del 10 de mayo de 1998, este electorado optó por el resquebrajado partido colorado, desmembrado en 3 fracciones antagónicas, dándole 54% de sus votos. Era claro. El pueblo no elegía. VOTABA. Sin juicio, sin razón valedera, este le dio la confianza al partido de gobierno, mediante los votos cautivos, (empleados públicos) más el extraordinario peso electoral en el interior del país, ajenos a los vaivenes políticos de la capital, por falta de medios de comunicación eficaces.

Mientras, el país se hundía inmisericorde hacia el despeñadero. La pregunta que surgía era: ¿Porqué votaron nuevamente a este partido? El latrocinio de los bienes estatales, el robo inconmensurable, y todo lo demás. No hay conciencia era la explicación. Tampoco la oposición hizo mucho por cambiar el rumbo de esta historia. La poco atractiva y hasta poco confiable figura del candidato opositor, doctor Domingo Isabelino Laino Figueredo, desgastado, resistido y repelido por grandes sectores del electorado, vio perder estrepitosamente sus aspiraciones, sin capacidad receptiva y sin convicción.

Una muestra más del tremendo daño a la sociedad paraguaya del régimen stronista es, que en la actualidad no existen políticos de abierta raigambre popular, sobre todo en el sector opositor. La oposición está pagando caro aún el medio siglo de persecución, muerte y exilio. Aquellos opositores que se mantuvieron enfrentados al régimen, dentro de los confines de la república, e incluso en el exterior, y que pudieron soportar tantos años de autoritarismo, fueron aquellos que pudieron solventarse económicamente en forma autónoma, a pesar de las persecuciones; o que pudieron autofinanciarse, manteniéndose alejados de los tentáculos del dictador que todo lo decidía, que todo lo manejaba. Es así, que en la actualidad, sorprende a la oposición, con figuras netamente de nivel intelectual y condición elevada, con personalidades que surgieron de las esferas más pudientes, con muy pocos lazos con las clases populares. No se pretende hacer una apreciación de tendencia izquierdista a estas afirmaciones, pero es evidente, que siendo Asunción, capital de la república, el único bastión de oposición que no pudo caer completa y absolutamente bajo la manipulación y alienación política e ideológica del régimen, de ella surgen estas figuras. Ese bolsón de inquietud y critica que fue la capital, mantenida mediante el exiguo pero lacerante (para la dictadura) flujo de información, y sitio de los pocos cotos de intelectuales, se mantuvo estoico a pesar de los zarpazos del dictador. Los dirigentes del interior, sin ningún respaldo o protección, sencillamente fueron exterminados o aniquilados por el régimen en los años más duros de persecución implacable.

Lo concreto de todas estas situaciones que se cernían sobre el país es, que el partido colorado entraba en una profunda crisis interna, y de fragmentación irresoluta entre los políticos ideológicos y los grupos corporativos que durante tantos años iban sometiendo cada vez más al partido. Con esta grave crisis, no podía proponer al país respuestas a las soluciones consensuadas o válidas. No se planteaban propuestas concretas y definidas. Sus principales exponentes se lanzaron a una delicada, interminable e irreconciliable lucha intestina con ningún viso de solución.

Los eternos grupos de intereses, resabios del stronismo, no podían crear soluciones concensuadas, debido a que sus mezquinos intereses iban en directa colisión entre sí. La dirigencia colorada doctrinaria era consciente de ello. El partido seguía oprimido, cautivo, usado y abusado en pos de fines antagónicos. Con un tremendo caudal electoral dúctil y maleable en el interior, era excesivamente pernicioso que estos grupos fácticos, dueños de una tremenda capacidad económica sigan cautivando a sus electores.

Así, son de Asunción la mayoría de las cabezas visibles de los partidos políticos, que, carecen del elemento primordial para conquistar al pueblo, el cual es el de una mayor afinidad a sus sentimientos, a sus gustos, a sus sueños, a sus costumbres. Por más que dispongan de buenas voluntades, no pueden deshacerse de esa pesada carga de soportar el hecho de estar ajenos a las realidades diarias de la vida en el interior de la república, que es donde realmente radica el verdadero peso electoral. Muchos de estos políticos, ni tienen idea de cómo es hablar en la lengua materna, vernácula del Paraguay, que es el guaraní. Muchos actuales exponentes del partido colorado, también sufren esta misma falta, pero en este caso, el motivo es bien distinto. Estos políticos, los doctrinarios, pertenecen a círculos poderosos de poder, y en la mayoría, son de cunas pertenecientes al entorno que mantuvo por tantos años a la dictadura, lo cual, los hizo también, divorciarse del pueblo. Pero, la ventaja del partido colorado, es el de la tremenda alienación a la cual está sumido su pueblo, el cual, a pesar de las libertades, no es capaz de despabilarse y levantar cabeza, y al fin de cuentas, es éste que seguía manteniendo en el poder a esta clase prebendaria, corrupta e inepta de dirigentes.

Esta situación se mantiene sencillamente por el fanatismo desmesurado e irracional del pueblo colorado, divido entre la ignorancia y los empleados públicos, que se cuentan por miles, otro bastión electoral importante, que con pequeños y míseros sueldos, amontonados en cientos de instituciones públicas, con beneficios insignificantes como una asistencia social o sanitaria básica, un puesto laboral en la administración pública o circunstancias similares, siguen prendidos a esta perversa concepción de vida cívica que se les impone. Y en el campo, aquella gente, ignorante de sus propias realidades, y con poca información acercada, de quienes tanto ya la han expoliado, explotado; usada, manipulada y maltratada, son al fin de cuentas, los mismos que luego los apuntalan en el poder. Es obvio que este punto es una de las más pesadas y terribles herencias de la dictadura insisto. La masa electoral campesina es arreada como bestias, denostando una notable incapacidad de análisis, crítica o apreciación de sus reales situaciones, y determinar bajo el influjo de quienes se encuentran en estas circunstancias.

Presidencia de Cubas:
Quiebre Institucional y Conflicto de Poderes. Magnicidio

Cubas asumió el 15 de agosto de 1998. Oviedo que realmente constituía el verdadero poder, fue liberado de su prisión, apenas Cubas asumió el cargo. A partir de allí, se colapsó el país. El Poder Judicial se explayó exigiendo al presidente cumplir con las sentencias emanadas de su seno. Este se negó a acatar, comprometiendo la misma vida institucional de la república. El Congreso, con una fracción importante del oficialismo en oposición a Cubas, aliados a la oposición, alegaron que se producía un quiebre institucional por la arbitraria determinación del Presidente, impulsaron un juicio político al mismo para destituirlo.

Oviedo, apeligrando su posición, teniendo únicamente a Cubas como protector, ya que en orden sucesorio, Argaña debía de reemplazarlo, y éste era su enemigo político irreconciliable, tomó las riendas del poder, apelando a todo tipo de procedimientos legales e ilegales, lícitos e ilícitos para cambiar la situación tanto suya como la del presidente. Lanzado a candidato a presidente del partido colorado, que debían desarrollarse en 1999, manipuló la mismísima Justicia Electoral, manipuló las esferas castrenses, promovió ataques a miembros de la Corte Suprema de Justicia, a miembros del parlamento, realizando atentados terroristas contra todo el espectro opositor que tenía contra suyo, y atacando a las mismas instituciones republicanas. Mediante el empleo de un discurso mesiánico, violento, amenazante y temerario; instigaba a sus partidarios a una revuelta popular, a una guerra civil, mediante el empleo estratégico de algunos medios de comunicación, plegados a sus intereses, planteando la renuncia del pleno de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, y la disolución del Parlamento, los dos poderes que se enfrentaban al poder ejecutivo.

Toda esta escalada de violencia abiertamente instigada por el oviedismo (a través de su movimiento UNACE) desembocó en el asesinato del vicepresidente de la república, el doctor Argaña. Este magnicidio, indignó a la gran mayoría de la ciudadanía que en tiempos previos veía impávida como Oviedo y sus personeros pregonaban la violencia, con una célebre y triste frase: "Haremos correr ríos de sangre si no se acatan nuestras exigencias". Oviedo, creyendo que a partir de la muerte de Argaña se desataría una revuelta popular incontrolable, maquiavélicamente maquinando una guerra civil; donde pretendía que; sucediendo ello, Cubas tendría la posibilidad de decretar el estado de excepción, disolviera el congreso, y negociación mediante, lograr su blanqueo judicial. Tamaño error, la ciudadanía estrechó filas ante tamaño atentado; y sin considerar posturas partidarias, exigieron al Congreso la destitución del presidente, juicio político mediante. Una multitud se congregó en las plazas del Congreso, conformados por jóvenes y ciudadanos todos, que ante la eventual disolución del congreso, o por posibles ataques a los edificios del mismo por partidarios del oviedismo, formaron una masa humana para defenderla. Era el 23 de marzo de 1999.

La Historia del Paraguay en 20 capítulos - Capítulo 17


Fue electo Wasmosy, tal que asumió sus funciones en agosto de 1993. Y se convirtió, para mal de muchos, en el presidente de la República del Paraguay. El tiempo se encargó de demostrar y desnudar las intenciones del nuevo grupo que se hizo del poder.

Fueron claras las intenciones de estos, que el fin era la de privilegiar los intereses comerciales, antes que dedicarse a la administración del país. La unión a saliva de Seifart con él, completamente ajenos el uno al otro, en posturas, intereses y convicciones, no tardó mucho tiempo en resquebrajarse completamente, apeligrando incluso, la institucionalidad de la república, y otras instituciones en las cuales se lograron importantes negociaciones en sus conformaciones, y en el equilibrio en las decisiones que estas adoptasen.

El mismo Wasmosy se lanzó posteriormente a hacer apología del golpe de estado, con discursos, donde atacaba a la misma investidura del poder legislativo, donde dadas las circunstancias, el oficialismo estaba en minoría, a pesar de los fraudes electorales. En reuniones a puertas cerradas en los cuarteles, azuzaba a los militares, presionándolos con un eventual auto golpe, proponiendo la disolución del congreso. Varias grabaciones furtivas de estas reuniones fueron hechas públicas, constatándose que Wasmosy, en reiteradas ocasiones pretendió implicar al poder legislativo como causante de algunas situaciones comprometidas del que hacer nacional. Esta situación se debía a que un elemento jugó en su contra. Wasmosy fue impuesto en las internas del partido colorado cuando era candidato presidencial.

Como dijimos, Argaña fue el verdadero vencedor en aquella oportunidad y tendría que haber sido él el candidato. Los grupos fácticos, mediante procedimientos dolosos, habían eliminado al mismo, y urgieron a Wasmosy como candidato del partido, tal que tenía en su contra internamente, a un sector muy importante del electorado del partido, que se opuso y resistió a esta nominación, hecho que quedó reflejado en las urnas, donde Wasmosy obtuvo apenas el 40% de votos, quedando el partido colorado en minoría en ambas cámaras del poder legislativo. Un partido hegemónico, totalitario y dominante, donde sus líderes acostumbrados a tomar decisiones unilaterales sin consulta ni oposición alguna, repentinamente se enfrentó a esta realidad, donde se tenía que consensuar para lograr metas. En este punto entró a tallar la importante y valiosa capacidad de la oposición a conciliar posiciones, llegar a acuerdos y obtener logros. Es así, que tomado en desventaja al partido gobernante, e incluso con fuertes contraposiciones y falta de unidad interna, se lograron obtener la confección de nuevos padrones electorales, eliminando los antiguos, llenos de vicios y fraguadas en el régimen anterior. Además, dadas estas circunstancias, se lograron otros objetivos, como la modificación del poder judicial, donde aún siendo un botín en repartija, se equilibraron las proporciones de magistrados sectarios, haciendo mísera la valoración de este poder, pero al menos con menos desequilibrios. Además se lograron la creación de los jurados de enjuiciamiento de jueces, la modificación de la justicia electoral, la contraloría general de la república, la fiscalía general del estado, etc.

La administración del ingeniero Wasmosy se centró casi en exclusividad en afianzar la generosidad gubernamental hacia los círculos afines a sus intereses. Como macroproyectos planteados a los países vecinos, como vías de navegación (Hidrovías, corredores oceánicos con rutas transcontinentales, puentes, etc.). Así, se dieron concesiones de obras y negociados a empresas cercanas a él, y a su grupo de poder. Las cosas no finalizaron ahí. El periodo presidencial de Wasmosy será grabado a fuego en la historia como en el que hizo colapso el sistema financiero del país, con dos grandes quiebres con numerosas entidades financieras quebradas, donde miles de usuarios quedaron totalmente desamparados, como así también, la innumerable cantidad de veces en que el Banco Central del Paraguay, órgano rector bancario y depositario del tesoro nacional, sufrió mermas de sus reservas ya sean por sustracción directa (robo) de sus bóvedas, o por distribuir erario público para apoyar a los clientes defraudados de estas entidades quebradas. Empleó al I.P.S., (Instituto de Previsión Social), otra Institución recaudadora y de gigantesca e inagotable cantidad de capital, como fuente de financiación a empresas privadas amigas y deficitarias, debilitándola a grados tales que su capacidad de asistencia sanitaria se vio seriamente afectada.

1996: El general Oviedo, su retiro y la creación del UNACE.
Salto a la Arena Política

Wasmosy tuvo inconvenientes internos posteriormente también con el general Lino César Oviedo Silva, quien era su mentor, respaldo y resguardo. Este último, con una extraordinaria capacidad de maquinación, manipulación, delación y todo tipo de actos coercitivos, fue deshaciéndose de todos los oficiales que le eran superiores en la cadena de mandos en las FF.AA., tal que fue ascendiendo vertiginosamente hasta llegar a los más altos cargos castrenses. Siendo Comandante del Ejército, una de las tres fuerzas, se afianzó en el tráfico de influencias y en el direccionamiento de importantes porciones del parlamento, y de la administración general de la república, y de los puestos de decisión.

En abril de 1996, Wasmosy, mediante un comunicado, adujo que, según sus propias expresiones, Oviedo desacató órdenes que él, como Presidente y Comandante en Jefe de las FF.AA., le había encomendado u ordenado realizar. Esto produjo una inmediata reacción de la ciudadanía que viendo está actitud, no podía más que inquietarse ante un eventual golpe de estado castrense; ya que adujo además, que Oviedo amenazaba con un golpe de estado, exigiendo la renuncia del presidente y del vicepresidente Seifart. La realidad detrás de todo esto era el choque de intereses comerciales y económicos poderosos entre Oviedo y Wasmosy; en posiciones a esas alturas totalmente irreconciliables. Un sector importante de la ciudadanía salió a las calles, y se manifestó apoyando y defendiendo a la democracia, y a la vigencia plena de las libertades públicas; no así al mismísimo presidente, que daba una imagen de fragilidad, flaqueza y debilidad ante estos acontecimientos. El pueblo asunceno, sobre todo la juventud, apoyó al sistema de vida republicana, desalentando al quiebre institucional, no así a la ya muy mala y lamentable labor del presidente a esas alturas. Lo lamentable de este hecho fue que se desnudaba una cruda y terrible realidad.

Sólo Asunción se hizo eco de este acontecimiento. En el resto del país, se hizo patente los estragos de la alienación sexagenaria totalitaria. Nada ni nadie se hizo sentir ante esto.

Oviedo fue pasado a retiro, debido a la sorpresiva situación, que le imposibilitó concretar (efectivizar), un respaldo popular a su persona, ya en entonces bastante gozando de una masa considerable, con un sector de la sociedad que le precisaba simpatía. Se lanzó a la arena política, función que ya lo estaba desempeñando mientras era militar activo. Conocedor profundo de la forma de ser del paraguayo, de sus gustos, sus necesidades, sus usos, sus costumbres, debido a que él es de cuna y ascendencia campesina, así como cercano ideólogo y colaborador militar en la época stronista. Se transformó entre la gente de pueblo en un líder carismático, tal que explotó hasta el límite estos aspectos mencionados, con una postura demagógica y populista, con un discurso falto de coherencia, pero enfervorizado y álgido, tal que fue ganando un creciente e importante caudal electoral, formando una respetable masa de fervientes seguidores y simpatizantes. Así, mientras fue militar activo, tomaba arbitraria y desmesuradamente atribuciones que no le correspondían, digitando obras sociales, actos públicos y concesiones graciosas bajo el abuso del erario público, ganándose mediante estos favores, a un respetable electorado. Pero tuvo un error político transcendental. Apadrinó, protegió y llenó de dádivas a solo los oficiales correspondientes al arma de la caballería, mediante la distribución estratégica de las bases militares en las fronteras en manos del Arma de Caballería, del cual él era originario dentro del Ejército; donde los oficiales mediante procedimientos ilegales e ilícitos de toda índole, obtenían dávidas y ganancias considerables, y convirtiéndose rápida y eficazmente en leales subordinados a Oviedo, siendo la base y el sustento para sus pretensiones, y que luego, serían cruciales en el derrotero futuro de Oviedo. Esto no hizo otra cosa más que crear una fisura irreconciliable dentro de las Fuerzas Armadas, donde los miembros de las otras Armas (Infantería, Ingeniería, etc.) y Fuerzas nunca pudieron sustraerse a tamaño despropósito (¿o injusto?).

Textos: Victor E. Baruja R. y Ruy G. Pinto Sch.
Imágenes e Historiografía: Jorge Pérez Paiva.
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